En la Vª entrega de esta sección, os hablé de uno de mis films LGBT favoritos "Hedwig and the angry inch", del británico John Cameron Mitchell.
Pues bien, en 2006, este director revolucionó, no solo el cine LGBT, si no todo el mundo del cine independiente con esta película, que consiguió ser en poco tiempo un film de culto para todo el colectivo gay.
SINOPSIS:
Varios neoyorquinos navegan por los vericuetos tragicómicos del sexo y del amor dentro y fuera de un club polisexual underground llamado "Shortbus". Sofía, una terapeuta sexual que nunca ha tenido un orgasmo, lleva años fingiendo con su marido. Severine, una dominadora, intentará ayudarla consiguiéndole diversas relaciones sexuales.
ANALISIS:
Veamos, una cosa es que yo analice esta pelicula como crítico (que no lo soy), otra muy diferente es que os dé mi opinión personal. Cameron Mitchell es un buen discípulo de otros realizadores independientes como Russ Meyer, John Waters, Paul Morrissey, Larry Clark, etc. Eso se nota desde el primer minuto de metraje.
Curioso el modo de entrar en la intimidad de los neoyorkinos en unos animados insertos en 3D que nos crean una sensación de que estamos ante algo innovador, moderno, y a la vez nos convierte en voyeurs de esos personajes. Si separamos los personajes por capítulos, la verdad es que no daría para mucho el film, ya que todos están unidos por el mismo aspecto, sus obsesiones, traumas o problemas con el sexo.
"Shortbus", es un film valioso, ya que por mucho que pueda estar o no de acuerdo en sus polvos, desnudos integrales o mamadas a tres bandas con himno nacional incluido, el guión es brillante, y ya quisieran muchos directores que van de intelectuales tener el talento que tiene Cameron Mitchell en crear personajes interesantes y diálogos que a veces rozan lo magistral.
Para los que aún no la hayais visto, os diré que "Shortbus" es como una peli de Woody Alllen pero con unas secuencias que no rozan, no, son directamente XXX.
Chapeau para los actores que tuvieron la osadía de dejarse filmar empalmados, mamándose entre ellos, y en algunos casos hasta soltando unas eyaculaciones de esas que atraviesan gargantas.
Me pregunto varias cosas, y que conste que no hablo de memoria, ya que para realizar este artículo he vuelto a ver el film, y así, de paso, refresco mi visión sobre el mismo. Me pregunto si es necesario tanto rabo empalmado, y tanta comida de coño para reflejar los aspectos que al director creo que le interesan, que es salir del shock emocional de todos los neoyorkinos tras el 11/S. Muchas personas tienen una cuenta pendiente consigo mismas. No se quieren lo suficiente, se niegan a mirar en lo más profundo de sus almas, y cierran sus puertas a la verdad. A todo aquello que les bloquea de algún modo, que los hace infelices y les impide disfrutar plenamente de todo lo que tienen.
Para superar sus traumas y relacionarse en un oasis, todos se cruzan en un local llamado Shortbus, donde practican sexo con quien les dá la gana, a la vez que hacen sesiones de terapia general. Los músicos, mientras siguen tocando o cantando en sus innumerables fiestas, orgías y asi van pasando el tiempo nuestros personajes, unos buscando el sentido a sus relaciones y otras llegar a ese orgásmo nunca sentido.
Os dejo el trailer para que os hagais una idea visual de lo que és esta pelicula.
En definitiva, os aconsejo 100% esta película, porque, mas allá de sus secuencias pornográficas (la película americana mas sexualmente explicita según Variety), os encontraréis unos personajes bien dibujados, y sobre todo, lo más importante para un film, lo pasas en grande mientras lo ves, y eso es fundamental, porque para mí, una pelicula puede ser dramática, cómica, de acción o pornográfica, pero nunca, nunca, puede ser aburrida, y "Shorbus" no decepciona para nada, independientemente de nuestro grado de sensibilidad o simpatía hacia este tipo de films.
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