Me voy a meter en una tormenta, sin saber si llueve o graniza. Es decir, hoy mismo en muchos medios de comunicación LGTBI y también generalistas están apareciendo titulares tipo "Estados Unidos niga el visado a parejas homosexuales", y aunque sea cierto, parece ser que también lo és, que Estados Unidos niega el visado a parejas heterosexuales.
Vayamos por partes. Se trata de una regulación de los visados de entrada y permanencia al país de las parejas 'no casadas' de los diplomáticos y trabajadores de los diferentes organismos internacionales erradicados en los Estados Unidos. Quizá el ejemplo más claro sea la ONU, en Nueva York.
Los titulares hablan de la prohibición de estancia a las parejas no casadas.
Sí que es cierto que hace casi diez años se reguló este tema, en el caso homosexual, cuando en aquel país no existía el matrimonio igualitario. Ahora la administración estadounidense afirma que quién quiera quedarse en el país porque su pareja vive allí, debe de casarse, ya que el matrimonio homosexual es legal.
También es cierto que habría que saber cuantos de estos diplómaticos o trabajadores de organismos internacionales viven en paises en los cuales el matrimonio igualitario no existe.
Es un rollo de ley que obliga a casarse, pero no solamente a la gente homosexual, sino a cualquier persona.
¿Nos gusta esta ley?. ¡No!. Es una ley exclusivamente homófoba, tampoco. ¿Habría que regular los casos en los cuales la pareja no se pueden casar legalmente en su país? ¡Sí!
¡Cuanta cosa!
La medida afecta a unas 105 familias. Desde 2015, en el país se legalizó el matrimonio entre personas del mismo sexo.
La administración de Donald Trump comenzó esta semana a negar visados a las parejas del mismo sexo de diplomáticos y trabajadores de organismos internacionales basados en Estados Unidos como la ONU.
El Gobierno ha instado además a casarse antes de que acabe el año a la parejas del mismo sexo de diplomáticos que ya están en Estados Unidos o a abandonar el país durante los primeros 30 días de enero si no lo hacen.
"Esto no se ha pensado como un ataque", dijeron bajo condición de anonimato altos funcionarios de la administración Trump ante las críticas que ha generado la medida por parte de organizaciones LGTB y de organizaciones de defensa de los derechos civiles.
"Es un reconocimiento y una codificación del hecho de que los matrimonios del mismo sexo son legales en Estados Unidos", añadieron.
La administración Trump argumenta que la Corte Suprema legalizó en 2015 el matrimonio homosexual en Estados Unidos, por lo que las parejas del mismo sexo deben ya equipararse a las heterosexuales en este tema.
Según datos ofrecidos por los altos funcionarios que hablaron con los periodistas, la medida afecta a "unas 105 familias", de las cuales, en 55 casos uno de los cónyuges trabaja para organizaciones internacionales.
Anunciado ya en julio, este paso supone una anulación de la decisión tomada en 2009 por la entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton.
La demócrata garantizó entonces la concesión de visados a las parejas del mismo sexo de diplomáticos y trabajadores internacionales.
El problema, según apuntan los críticos con esta medida de la administración Trump, es que el matrimonio gay solo es legal en 25 países del mundo y en muchos de los demás, la homosexualidad está perseguida, lo que puede tener consecuencias negativas en un futuro -incluida la persecución- para parejas gays que se casen.
De las 105 unidades familiares que se van a ver afectadas por la necesidad de casarse para mantener el visado de la pareja del diplomático, las fuentes de la administración no supieron dar la cifra de cuántos proceden de países en los que no existe el matrimonio gay.
"En todos los casos bajo la regulación actual, los beneficiarios derivativos están recibiendo ahora las visas en sus pasaportes. Esto no cambia nada", dijeron.
"Si alguien está recibiendo la visa en su pasaporte como derivado de un diplomático, dice que es un derivado del principal solicitante".
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