Empresas del sector inmobiliario de Estados Unidos han realizado diversos estudios llegando a la unánime conclusión de que los barrios en los que hay una alta concentración de parejas LGBT se están revalorizando muy por encima del promedio. Han bautizado este efecto bajo el término GAYBORHOOD, un juego de palabras que combina “Gay” y “Neighborhood” (vecindario en inglés).
Desde el año 2012 hasta el momento, la subida media del precio de la vivienda en Estados Unidos ha sido del 20 % mientras que en emblemáticos barrios gays han sido por ejemplo: Palm Springs (California) 65 %, Avondale Estates (Atlanta) 52 % o Jamaica Plain (Boston) 37 %.
Los expertos explican este fenómeno inmobiliario en que las parejas LGBT tiene menos cargas familiares que las parejas heterosexuales, por lo que cuando llegan a un barrio de la ciudad tiene más dinero para gastar, hacen mejoras en sus casas y se convierten en buenos clientes de los negocios de la zona elevando así el nivel socioeconómico de la comunidad en donde viven. La presencia de parejas LGBT en un determinado barrio contribuye a la transformación de sus calles, viviendas y comercios.
Pero este efecto no se detiene ahí. Al producirse un aburguesamiento del barrio, bares y restaurantes del entorno atraen un tipo de cliente con más dinero, con el consiguiente encarecimiento de las viviendas. Así, muchas parejas LGBT se ven obligados a mudarse de vecindario tal como viene ocurriendo en barrios gays como Soho (Londres), East Village (Nueva York), Le Marais (París), Prenzlaur (Berlín) o Glokenbachviertel (Munich).
La asociación entre la comunidad LGBT y la transformación de las ciudades no es nueva, pero sí lo es la importancia que se le ha dado como elemento de gentrificación, es decir, como un destacable proceso de transformación urbana en el que la población original de un sector o barrio deteriorado es progresivamente desplazada por otra de un mayor nivel adquisitivo a la vez que se renueva.
El estadounidense Richard Florida, a través de su libro “La clase creativa. La transformación de la cultura del trabajo y el ocio en el siglo XXI”, sitúa a las personas LGBT en el epicentro de la regeneración de las ciudades, integrantes de la vanguardia transformadora junto con la comunidad artística, los trabajadores del sector de la informática y la bohemia más adinerada.
Por su parte, el profesor de sociología Amin Ghaziani analiza y concluye en su libro “There Goes the Gayborhood” que sin ningún género de dudas la comunidad LGBT eleva el precio de la vivienda en los barrios donde se agrupa y reside.
Pero según la socióloga Sharon Zukin, curiosamente no son los gais los que inicialmente impulsan este fenómeno Gayborhood sino las lesbianas. Estas mujeres son mucho más vulnerables y son las que propician el cambio. Las mujeres, con salarios más bajos que los hombres, suelen formar parte de la vanguardia que transforma un barrio tras ser expulsadas de zonas que ya no se pueden permitir.
Este hecho no resulta evidente ya que las lesbianas son menos visibles que los gais. Ghaziani explica que las lesbianas llegan al barrio primero, pero son muchos los elementos que impiden que nos demos cuenta de ello. Suelen adaptarse más rápidamente y frecuentan los comercios, bares o tiendas que ya existen en la zona. En cambio, cuando llegan los gays desean tener sus propios establecimientos para la comunidad por lo que optan por abrir nuevos y el precio de los inmuebles sube. Los heterosexuales son los últimos en llegar, cuando el barrio ya está consolidado al alza.
En definitiva, vemos cómo en gran parte del mundo ha existido un fenómeno en el que la comunidad LGBT rehabilita y pone de moda un barrio deprimido, con el consecuente encarecimiento del mercado inmobiliario de la zona. Pero hoy en día la lucha por la igualdad y la diversidad en muchos países ha logrado unas legislaciones y una realidad social más justa. La comunidad LGBT ya no siente la necesidad de sentirse protegida en su barrio ni de acudir a locales de ocio destinados en exclusiva a la comunidad. De hecho estamos viendo cómo en Londres, por ejemplo, están desapareciendo la mayoría de locales gays entre los que se encuentran algunos de gran tradición e historia.
Entonces… ¿están destinados a desaparecer los barrios gais y el fenómeno Gayborhood?
Es complicado saberlo. Según Ghaziani, y sobre la base de una extensa información (encuestas, informes, prensa, censo, etc.), “el amanecer de una nueva era post-gay está alterando el carácter y la composición de los enclaves existentes, pero el espíritu de la integración puede coexistir con la celebración de las diferencias en formas sutiles y a veces sorprendentes”.
Existe una íntima relación entre la sexualidad y las ciudades, siendo estos lugares de tipo orgánico y en constante evolución. En cualquier caso ¿desaparecerán los barrios gays? la respuesta está en nosotros y nosotras.
Para leer el articulo completo de referencia, pinchad directamente aquí.
© 2014 - 2025 Development by Clara Díaz Fonticoba. All Rights Reserved.