Cuando un periodista, un medio de comunicación, un tertuliano, o un ser humano que anda por la calle es amenazado por sus opiniones, su religión, su raza, su sexo, su orientación sexual, o simplemente 'porque sí', toda la ciudadanía deberiamos de alzar nuestras voces en contra de ese ''tontaina'', pero, por desgracia, la mayoría de los otros periodistas, los otros medios de comunicación, los otros tertulianos o los otros seres humanos que no son directamente afectados por la amenaza de turno suelen pasar.
Cuando los insultos y las amenazas llegan por tu orientación sexual, por amar a alguien de tu mismo sexo, o simplemente por pertenecer a un colectivo minoritario, esto se llama fascimos, dictadura, o como afirmo yo, '''gilipollismo máximo'''.
Una vez nos comentaron que no seriamos un medio de comunicación LGTBI ejemplar hasta que no recibiéramos una amenaza de muerte. Y ésta llegó, y al comentarlo, nuestros compis de otros medios nos comentaron que 'ya éramos conocidos'. Triste afirmación...
Por eso yo también soy David Enguita. Soy David y todos esos periodistas y ciudadanos que simplemente son lo que quieren ser... soy todos ellos.
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