La grandeza de los seres humanos no estiba en sus posesiones materiales, no es los títulos, no en los dineros, no en los negocios, sino en la educación que cada cual en casa recibió, esa que de los pechos benditos se mama, esa que con el ejemplo cotidiano se aprendió, esa que sin palabras llena, que con una mirada se hace entender.
A mí me enseñaron en mi casa a respetar y reconocer la valía de las personas, por ser eso, PERSONAS, sin importar color de piel, religión, costumbres, diferencias… ni orientación sexual, y la responsable fue mi madre, esa de quien he dicho mucho y no he terminado de decir cuánto admiro y cuanto amo.
Vienen a mi mente palabras de alumnas con las que recientemente sostuve una interesante charla, precisamente sobre esto último, orientación sexual, sin temor y viéndote de frente puedo decirte a ti, estimado lector, que no intento incomodar buenas conciencias, ni molestar posturas, mucho menos convertirme en mártir o héroe por mis pensamientos, simplemente expongo lo que vivo, menciono lo que escucho, analizo lo que me sorprende y postulo ideas fundamentadas.
Una de las chicas lee “este es un libro gay” y aclara, no lo soy, -y citó casi textualmente- “pero a diario convivo con gay`s, son mis amigos (as) y los quiero y respeto y la lectura de este libro me ayuda a entenderlos”, rápidamente otra de las chicas menciona que en su casa, su hermana mayor no tolera a los gay`s, me sorprende, profesionista, estudiada, casada y con un bagaje cultural amplio y además, homofóbica.
En la plática resulta que la mayoría de los padres de las presentes, hermanos o tíos mayores, no aceptan, por religión, ideología o costumbre familiar a los homosexuales y en muchos casos hacen comentarios despectivos o desagradables al respecto, pero ellas y esta nueva generación, son tolerantes e incluyentes, incluso, conocedores del tema, me hablan de homosexuales, lesbianas, transgéneros, heteroflexibles, y demás categorizaciones, con sus definiciones y están de acuerdo en los matrimonios, llamados en este caso sociedades de convivencia que recientemente fueron aprobados en nuestro estado.
Para leer el interesante artículo de opinión firmado por Ernestino Ponce Fuentes en la página web laverdad.com.mx, pinchad aquí.
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