En el amplio panorama de la sexualidad homoerótica está la comunidad de los osos. Los bears son una alternativa al modelo imperante de belleza masculina que predomina en los medios masivos y que muestra cuerpos atléticos o esbeltos, depilados o lampiños, y en su mayoría jóvenes.
Como toda subcultura, los osos tienen terminología específica para señalar a cada uno de sus miembros. Hay un largo etcétera que se divide por la filia del pelo y la filia de la gordura.
Hoy sólo me interesa un segmento en especial: los chasers. Ellos son los perseguidores ya sea de osos o de gorditos sin pelo, porque representan la voracidad de un deseo a contracorriente, que fantasean con cuerpos grandes, potentes, fuera de foco tradicional o expulsados del imaginario del público común.
En esa búsqueda por entender a este segmento, pregunté a varios chasers vía correo electrónico algunas cosas en relación a su deseo. Aunque todos son admiradores de lo gordo, unos son más modositos que otros en sus respuestas, ya que sólo creen que han resbalado contra unos hombres de piel de banqueta y que no es nada serio, pero otros aman verdaderamente los cuerpos grandes y duros, ásperos.
Ellos dicen que les resulta más estimulante para la acción un cuerpo obeso que un tipo flaco. Quizá para muchos resulte extraña y excesiva la mayoría de las respuestas que leerán, pero creo que no hay otra manera más honesta de acercarse a la experiencia de los cogegordos que a través de una gruesa fila de ideas sobre el tema. Incluso, quizá alguno de ustedes termine por intentar seducir a un gordito en los próximos días. Abran la boca grande, pues.
Para ver las respuestas ofrecidas por los 'cazadores', y publicadas en la página web regiogay.com, pinchad aquí.
Osazo para cazadores y admiradores y demás gente que quiera conocerme. Si llevas barba, eres lobo, lobezno o nutria... un plus!!!!
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