A la retahíla de noticias y actitudes homófobas por parte de la administración y sociedad rusa, ahora se suma un nuevo episodio que en esta ocasión está protagonizado por el mundo del cine. Moscow Premiere era el único festival que daba cabida al cine gay que quedaba en el país gobernado por Vladimir Putin, y decimos quedaba porque el Gobierno ha puesto fin a su andadura tras trece años de historia.

La cancelación de este festival de corte social social ha sido totalmente inesperada, ya que estaba llamado a pegar el pistoletazo de salida el próximo 2 de septiembre, cuando arrancaría su treceava edición. Con todo preparado, cartel y entradas a la venta, el Comité de Cultura ruso ha alegado razones económicas para la cancelación del encuentro, que se verá sustituido por otro festival "positivo, orientado a los más jóvenes". El Gobierno Ruso manifestó: "Dadas las dificultades económicas que estamos atravesando, el departamento de cultura de Moscú ha limitado el uso de los recursos público en 2015 cancelando muchos eventos, entre ellos Moscow Premiere".

Un festival centrado en temática social y de concienciación, que dados los problemas de homofobia que vive ahora mismo la comunidad rusa trataba de luchar por la integración a golpe de proyecciones. Sin embargo, dados los precedentes recientes, no es de extrañar que el Gobierno haya puesto fin a esta actividad.

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