Rumanía no es una monarquía, pero la institución monárquica sigue marcando a los posibles herederos al trono de aquel país, como se hace habitualmente en la historia de Europa.
El Príncipe Nicolás de Rumanía es el tercero en la línea de sucesión al trono rumano, detrás de su tía la Prinesa Margarita y de su madre, pero el Rey Miguel de Rumanía, ha lanzado un comunicado explicando el por qué su nieto ha perdido el título de Príncipie y ya no podrá ser nunca Rey de Rumanía.
"La sociedad rumana actual necesita un guía que denote modestia, principios morales, respeto y piense siempre en el beneficio de los demás. El Rey espera que su único nieto encuentre en los próximos años la manera correcta de servir a sus ideales y de usar las cualidades con que Dios lo agració".
Algunos comentarios de 'palacio', nunca mejor dicho, afirman tajantemente que la pérdida del título del guapo Nicolás de Rumanía se debe a que es homosexual. A nosotros nos la 'refanfinfla' (perdonad la expresión) la orientación sexual de este joven, pero si es cierto este motivo, está claro que la monarquía en Rumanía no tendrá ningún futuro, aunque no lo tenga ya.
Fotografía por radioformula.com.mx
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