Esta semana se me acercó un amigo y lector que me dijo: "Yo soy heterosexual, pero estoy enamorado de un amigo mío, creo que es gay, pero no lo sé, nunca se enamoró de un hombre ...". Su angustia era clara. Ese fue un nuevo deseo, y no sólo eso, era un deseo que podría mantener a raya su identificación o la auto-identificación como heterosexual. La pregunta que me hacía era clara: ¿Y ahora qué? Mi respuesta fue, por supuesto, que sus deseos fluyan. No hay problema con eso, según un interesante artículo publicado en la página web brasilpost.com.br
Pero sin duda hay una cuestión como telón de fondo de tal maravilla y tal deseo. ¿Qué es la heterosexualidad? Durante muchos años, varias áreas de las ciencias humanas y biológicas tratan de explicar la homosexualidad.
Se podría preguntar, ¿es la heterosexualidad es una construcción social? Yo digo con convicción que la identidad heterosexual es una construcción social, al lado de, tal vez, como el pilar de ciertos modelos utópicos de la masculinidad y la feminidad, y también, como el pilar de homotransfobia.
Allí interrumpía durante mucho tiempo un término conocido como "heterosexualidad obligatoria", es decir, el peso, la obligación de "ser recto" desde que nacemos. Los padres suelen pensar en ello, si tienen una hija sólo piensan : "Voy a tener problema con los chicos", y si tienen un hijo pronto dirán: "este será el machote", es decir, la heterosexualidad se considera siempre a priori, y construido de esta manera, en el juego, en los discursos de la escuela, la separación de los baños, la declaración requerida de la virilidad o la pureza hasta la adolescencia. En la literatura, novelas, cómics. Hay un mundo que dice, "es heterosexual, es normal."
Sin embargo, el avance de los estudios de la sexualidad, a través de la teoría queer, nos trae la siguiente propuesta para pensar: ¿toda la gente heterosexual quiere lo mismo?
En este sentido, podemos pensar que hay "heterosexualidad" y "homosexualidad", pero heterossexualidades y homosexualidades en plural, ya que cada individuo quiere de una manera diferente. Los deseos, son, creo yo, un producto relacionado entre nuestro "yo deseando" y ensamblajes deseables que se construyen en el mundo y se nos impone.
Sin embargo, la normalización de las construcciones del deseo, sirven como una forma de represión policial, una manera de culparse, anormalizar el deseo creciente. ¿Por qué era tan extraño pensar que mi amigo heterosexual quiere a otro hombre? ¿Por que debido a este deseo parece anómala su condición heterosexual?. ¿Si él salió con ese amigo? ¿Si practican sexo? ¿Él dejaría de ser heterosexual? Esta no es una pregunta mía, ni tuya querido lector, sino de él.
En conclusión, aifrmo provocativamente y con fuerza: ni la heterosexualidad ni la homosexualidad son naturales. Ambas son ficciones políticas. Categorías normativas. Formas de regular el deseo.
Para leer el interesante artículo completo, pinchad aquí.
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