"No se lo digas a nadie". Hay cosas que no se pueden curar.
Hace 15 años ya de este film peruano dirigido por Francisco J. Lombardi. Hoy dia sigue teniendo una fescura que la hace casi ya un clásico del cine LGBT.
SINOPSIS:
Un joven acomodado de la alta sociedad peruana decide huir del entorno social y familiar en el que vive para intentar encontrar su identidad sexual, marcada desde su juventud por el abuso de las drogas y el alcohol. Basada en la novela homónima de Jaime Baily, encuadra a la que podría ser la familia perfecta, pero que arrastra en su interior el autoritarismo ejercido por el padre, la sumisión de la madre y el desconcierto de Joaquín, el hijo, ante su latente atracción por los de su mismo sexo y a su vez el rechazo hacia su propia tendencia sexual.
ANALISIS:
Esta pelicula tiene muchos atractivos que la hacen quizás el film mas importante de temática LGTB (Junto a "Fresa y chocolate") del cine latinoamericano de los noventa.
Nuestro torturado protagonista, Joaquin, se pasa la pelicula luchando contra si mismo por el hecho de sentir que es homosexual. Es dificil ser gay en un país de machotes que tienden a demostrar contínuamente su masculinidad delante de su entorno social. Mucho más lo es si nos situamos dentro de una familia poderosa y que encima su progenitor se empeña constantemente en masculinizar a su hijo. La verdad es que el actor escogido Santiago Magill nos da perfectamente ese perfil de eterno adolescente.
El drama de Joaquín es el drama de tantos muchachos que viven la tortura de salirse de los cánones establecidos. Cuantos muchachos han crecido en un ambiente social cerrado, anquilosado y hasta cruel en el que impera esa doble moral repugnante, que consiste en que todos los hombres tienen que ser machos cabríos y las mujeres "decentes" tienen que ser fieles, mojigatas, devotas de sus hombres. Y, por supuesto, como está muy mal visto que las mujeres "decentes" muestren a los hombres sus pasiones lujuriosas y tengan con ellos una vida sexual plena y libre, para ello están las "mujeres de la vida", las destinadas simplemente a dar placer a los machos.
Asi pues, hay elementos en el film que me gustaría destacar. Para empezar, el protagonista es un auténtico niñato malcriado y un par de hostias a veces te dan ganas de darle, ya que el muy capullo es cruel con todos los que le quieren.
A su amada Alejandra la manipula como le da la gana, se la tira cuando va fumao y le mete los cuernos con todo bicho viviente. Cuando quiere dejarla tirada lo hace sin titubear. A sus padres les jode constantemente, y los manipula también haciendose el niño sensible delante de su madre, y simulando delante de su padre que es todo un machote heterosexual.
A su amor fugaz pero intenso, Gonzalo, más de lo mismo, se pasan polvo que te polvo y cuando se enamora de el, no se le ocurre otra casa a el muy cabrón que chivarse a la novia de Gonzalo que se lo esta montando con él. ¿Menudo capullo!, ¿ no?
Pero aún así te cae bien Joaquin, porque como se dice en el film "En este país puedes ser coquero, ladrón, mujeriego o lo que te dé la gana, pero no te puedes dar el lujo de ser maricón".
Eso precisamente es la esencia de "No se lo digas a nadie". Joaquin esta intentendo constantemente huir de si mismo, y usa todos los elementos a su alcance para conseguirlo, chicas guapas, marihuana, cocaína, mas cocaína, muuuuucha más cocaína, pero nada, imposible negarse tu propia sexualidad. Como dijo Wilde "Puede que tu te olvides de tu pasado pero tu pasado nunca se olvidara de ti".
Asi pues, asistiremos a las desventuras de nuestro ingenuo Joaquin, y finalmente en un plano muy acertado, todo queda enmarcado en una foto como una famlia perfecta el dia de su graduación. Entre las caras de felicidad posa Joaquin junto a su prometida de siempre, pero una mano cae de su hombro y es la de su amor secreto, Gonzalo. Vamos que seguiran viviendo en el armario a cambio de continuar su vida acomodada.
Destacar tambien el acierto en el casting de "No se lo digas a nadie", con un entregadísimo a su personaje Sanitago Magill y el debut en cine del que aun hoy es y fué uno de los sex-symbol latinoamericanos, Christian Meier.
El film tiene muchas secuencias subiditas de tono y está bien, porque mezcla muy adecuadamente los desvaríos sexuales de Joaquin entre mujeres y hombres.
¡Os aconsejo este film y espero que lo disfruteis!
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