Nos cruzamos un día con un muchacho gallego, activista, directo, agradable, y con una cultura superior a lo habitual. Con sus veintipocos años, y una multitud de carreras (así como suena), le propusimos hacerle una entrevista, y el resultado es esclarecedor de lo que debería de ser la "realidad de nuestro día a día como colectivo". Dedicado a "toda esa gente" que piensa en los gais como algo paralelo a "fiesta, sexo, moda" y poco más.
-¿Qué opinas de determinados medios de comunicación que insisten en hablar de la gente homosexual como enfermos?
Personalmente yo veo los argumentos de estos medios anti-gay como quien mira un monólogo del "Club de la Comedia". Uno es libre de pensar lo que quiera, pero que luego no lloren si a la hora de las argumentaciones dicen cada barbaridad que hasta el que menos sepa solo pueda sentir pena del que defiende esa postura. Curiosamente, los medios de comunicación que más audiencia tienen en España son los pro-gay, así que viviendo en esta realidad no me preocupa para nada. Si la gente les diera audiencia y veracidad entonces si me parecería preocupante.
-¿Una persona como tú, con tu edad, y todos tus estudios, ¿cómo responde a esos "medios" que hablan de ti como un enfermo?
Lo que más daño le hace a todo medio de comunicación es la pérdida de lectores, oyentes o espectadores. Promover campañas e incitar a la movilización social es y será el principal método de lucha que más funciona. A un nivel más académico siempre se podrán realizar todo tipo de estudios e investigaciones de carácter científico que demuestren todo lo contrario que argumentan. Desmentirles no es muy difícil porque básicamente todo lo que dicen está sustentado en idolología religiosa y/o conservadora caduca.
-¿Te parece que dentro del colectivo LGTBI existe "victimismo"? Es decir, ¿piensas que las cifras que ofrecen las asociaciones europeas sobre la homofobia en los colegios, por ejemplo, es real? ¿o se aprovechan las estadísticas para "sacar" algún tipo de tajada?
Las cifras oficiales no pueden ofrecer victimismo. Son datos estadísticos puros y matemáticamente imposibles de contrariar. Ahora bien, quien los interprete puede usarlos de una manera subjetiva y adaptarlo muchas veces a lo que quieren conseguir. Ahora bien, lo más deseable es que no existieran estadísticas que tuvieran que hablar de un tanto por ciento de la población LGTBI sufriendo discriminación por orientación o identidad sexual.
No obstante, aparte de utópico, lo veo irrealizable en una sociedad que aún tiene estadísticas de violencia de género altísimas. Creo que no hay tanto victimismo como se intenta hacer creer a la gente. Lo que hay es mucho machismo y eso no hay estadística que lo dé reflejado a ciencia cierta.
Ya que se me pregunta por la Unión Europea he de decir que sus cifras suelen estar basadas en número de casos denunciados. Interponer una denuncia es un cosa seria y difícil de llevar a cabo, así que creo que poca gente victimiza eso. Además, el bullying escolar es muy común, por lo que creo que aún menos serán los casos que sean falsos.
-¿Te parece que el homosexual español está muy integrado en la sociedad? Es decir, legalmente tenemos los mismos derechos, pero ¿socialmente los ejercemos?
Realmente sí se ha visto una evolución clara y continua de la inmersión de los LGTBI en la sociedad. Desde los años 70 del siglo pasado los colectivos se han movido de una manera tal que no encuentra parecido en ningún otro movimiento social hasta la llegada del siglo XXI.
Respecto a los derechos tenemos los mismos pero a medias. Con esto quiero decir que nuestros derechos están en papel pero nuestro honor, moral y vida están sujetos a una veleta que cambia con cada gobierno. Nunca vi un gobierno que legislase en contra de los heterosexuales por ejemplo. Tampoco veo gracioso que en una sociedad civilizada la homofobia se institucionalice y defienda como "derecho a la opinión".
-Hablando de transexualidad, ¿piensas que la lucha de las personas transexuales es la misma que la de la gente homosexual?
Estamos metidos en el mismo grupo y somos defendidos por el mismo activismo. Sufrimos una discriminación parecida (de índole sexual) pero no es la misma. Los homosexuales adolecemos de ser discriminados por la orientación sexual (quién nos gusta) mientras los transexuales son discriminados por su identidad sexual (quienes necesitan ser). Partiendo de la base de que una persona transexual no tiene porque ser homosexual ya somos algo distintos. Por su parte, los transexuales siempre tendrán que luchar mucho más para conseguir menos que los homosexuales, sobretodo por la falta de visibilidad y educación en la gente.
-¿Existe transfobia dentro del colectivo homosexual? ¿Conocemos realmente la realidad de l@s transexuales?
Primero, existe trasfobia, homofobia y plumofobia en el colectivo homosexual. Lo anterior es algo real e increíble a la vez. La mayor parte suele ser dada por gente machista que eleva su superioridad basada en ser masculino. Para que nos entendamos: todo lo que sea andrógeno o femenino es digno de ser ridiculizado.
Todo lo anterior perjudica más a los transexuales puesto que renuncian a su género por el contrario. La gente no entiende que es una necesidad y no lo hacen por gusto. Tampoco entiende lo que es estar en un género que no es el suyo. Los profesionales sanitarios y los profesionales de leyes (inclusive aunque se dediquen a estos sectores) no se acercan ni por asomo a la experiencia de esta gente.
-Sacar del armario a determinados políticos, ¿sí o no?
Quisiera decir que sí. De hecho debería sacarse del armario a todo el mundo. Gran parte de los armarizados no lo está pasando nada bien. Moralmente no podría porque eso es una decisión que les compete a ellos.
-La frase "si no les gusta tu pluma, clávasela", ¿te gusta? ¿Estás de acuerdo?
Me parece una manera más moderna de reivindicar la pluma. Creo que parte de la pluma conlleva un cierto arte que ya de por sí es suficiente aguja para enclavar a los demás. No todo el mundo tiene que ir haciendo de Juana de Arco las veinticuatro horas del día, pero sí creo que debe defender sus convicciones y derechos.
Lo que me sorprende es que la gente asocie la pluma a ser homosexual, travesti o transexual. Hoy en día los heterosexuales también hacen ostentación de ella.
-¿Es muy diferente la vida en sociedad de una persona homosexual en Galicia que, por ejemplo, en Andalucía?
Ser homosexual es diferente allá donde vayas, igual que otras muchas cosas. Galicia no es el mejor ejemplo pero también hace sus pinitos. Por ejemplo, de aquí salió el Proyecto de Ley de no discriminación de las personas LGTBI. Poco a poco Galicia va cogiendo empujo en cuanto a vida social gay pero aún le falta mucho. La situación cambia mucho según vivas en una ciudad o en el medio rural, puesto que en las aldeas y pueblos ser gay o trans es horrible. Existe la situación de que suelen marchar todos los fines de semana de sus pueblos y aldeas a las principales ciudades para socializar.
Personalmente yo hago una vida completamente normal y me gustaría que más gente comenzase a hacerlo. He comprobado que en realidad la gente va tan ensimismada que no le preocupa ni para bien o para mal ser gay. Puede que al principio choque a alguna gente, pero la normalización comienza por la visbilidad.
-Danos un titular para esta entrevista: OJOS QUE NO VEN, GOLPE QUE TE PEGAS.
Entrevista de opinión a Jonathan Lema Touriñán. Licenciado en Derecho , Sociólogo y Graduado Social.
Me encanta. Guapoooo
Así es Jonathan, mi querido Johnny. Yo le respondo: De tal palo tal astilla, ahí lo dejo. Un beso y mi enhorabuena por tan buena entrevista.
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