Se ha levantado una gran polvareda con esto de la eyaculación femenina. ¿Eyacula o no? ¿Qué pasa? ¿Quién lo sabe? Y es que hasta las propias mujeres dudan cuando eyaculan ¿Será eso o es que me orino?
¡Qué vergüenza paso con mi pareja! Me parece que a veces ocurre y no lo puedo evitar, explican algunas mujeres. Todas estas reflexiones se hacen muchas mujeres y muchísimos profesionales, y muchos piensan que son conjeturas o desequilibrios mentales que causan separaciones y divorcios, según un artículo publicado en diariosigloXXI.com
Ernst Gräfenberg en 1950 la describió y también el punto G, que lleva su nombre. No habló del flujo que sale de la vagina durante el orgasmo o de la lubricación natural que se produce durante la excitación. Hizo referencia a un líquido que sale a presión, cosa que sólo está asociada al semen de los hombres.
Y es que la mujer también puede eyacular, y si recibe la estimulación adecuada, expulsa un líquido rítmicamente, mientras se producen las contracciones vaginales. No es espeso es transparente, incoloro y sin olor. Muy distinto al semen, y al secarse no deja mancha, tiene una composición parecida a la que se produce en el hombre a través de la próstata, que en la mujer la segregan las glándulas de Skene o las glándulas parauretrales.
Si aún no lo has experimentado, tenlo en cuenta a partir de ahora y ponte en contacto con un sexólogo para deshacer tus bloqueos y lo bueno, se podrá convertir en lo mejor, porque es lo que tu vives!
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La fotografía por Miguel Rodríguez, extraida del artículo titulado "El Alma de lo Femenino".
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