Junio es el mes del Orgullo LGTB. Pero en el mundo, millones de personas siguen sufriendo la incapacidad legal de amar a alguien de su mismo sexo, y son demasiadas las familias homoparentales no reconocidas por la ley.
Mucho se habla de si gais y lesbianas deberían o no tener hijos, y/o adoptar. Muchas especulaciones sin sentido. ¿Qué mejor que preguntarle a ellos? A los niños y adolescentes que actualmente crecen con dos padres o dos madres. Hijos e hijas de parejas lesbianas y parejas gais toman la palabra y, a través de cartas, vídeos y las redes sociales, piden a las autoridades que se legalicen sus familias, aprobando el matrimonio igualitario. O simplemente eligen darles visibilidad.
Elizabeth tiene nueve años y vive en Reino Unido con sus dos madres, las cuales divulgaron vía Twitter la carta de su hija, donde condena el rechazo del secretario de Estado de Gales, David Jones, hacia el hecho de que las parejas del mismo sexo puedan criar hijos.
"Le escribo para informarle de que no estoy de acuerdo con lo de que los niños no deben ser criados por lesbianas o gais. Yo soy una niña con dos madres y tengo una hermana que se llama Pippa. He sido educada perfectamente bien, motivo por el que no entiendo la razón por la que dice eso".
Terece Uphoff es un niño holandés de 13 años que tiene dos padres, y escribió una hermosa canción para retratar a su familia:
Carter, que ahora tiene 10 años, escribió en 2012 una carta dirigida a todos los habitantes de Minnesota planteando varias preguntas, como si seguirían siendo familia si no se aprobaba la ley y si, de ser así, arrestarían a sus madres. Ese hecho le preocupaba bastante ya que las quiere mucho. Su carta terminaba con la petición de que le ayudaran votando a favor del matrimonio igualitario.
"¿Quién hace estas leyes? Porque no tienen sentido para mí. ¿No es el amor lo que crea una familia?"
Cameron, de 11 años y de Carolina del Norte, mandó el año pasado una carta a los nueve jueces supremos para que legalizaran el matrimonio igualitario. Un extracto de su carta:
"Mis madres han estado juntas 26 años. Me llevaron a Nueva York en su 25 aniversario para poder casarse legalmente. Yo me alegré mucho por ellas. Son las mejores madres que un niño podría pedir y las quiero muchísimo. Me gustaría ver que su matrimonio es reconocido aquí en nuestro estado. Por favor, eche un vistazo a nuestras fotos y piense en nosotras cuando tome decisiones acerca de los derechos homosexuales. Somos una familia. Estoy muy orgullosa de mis madres y espero que entienda cómo su decisión puede afectar a mi familia.
Si están preocupados por el bienestar de los hijos de parejas homosexuales, puedo decirles que yo estoy genial. Soy muy querida. Todo el mundo me dice que soy una niña muy afortunada. Mis madres son mi vida. Repasamos antes de cada examen y se aseguran de que voy bien en la escuela. Fui la mejor estudiante de mi clase el año pasado y he estado en la Lista de Honor del director cada seis semanas. Juego a fútbol y actualmente estoy entrenando para el Programa de Desarrollo Olímpico, lo que significa que mis madres dedican la mayor parte de sus fines de semana a viajar por todo el estado para que pueda competir contra otros equipos".
En 2010, Daniel, que tenía en ese momento 16 años, escribió una carta a los senadores argentinos tras escuchar cada postura desde que se inició el debate sobre matrimonio igualitario, defendiendo el derecho de su padre adoptivo a contraer matrimonio con alguien de su mismo sexo.
"Quiero tener los mismos derechos que tienen mis compañeros de colegio. Ellos los tienen y yo no. ¿Por qué? Yo estoy orgulloso del padre que tengo y del que aprendo que hay que luchar por las cosas que queremos. Y por favor, señores senadores, los gays se van a casar entre ellos, no tengan miedo, no se van a casar con ustedes. Muchas gracias".
Kenneth Faried, jugador de la NBA, asegura que nadie puede decirle que no puede tener dos madres. Porque él las tiene.
Lo que está claro es que cada vez hay más niños y niñas procedentes de familias homoparentales, y no es de extrañar que, habiéndolo asumido desde siempre como algo natural, se sorprendan, les choque o les extrañe el rechazo de ciertos sectores de la sociedad hacia el colectivo. Y lo que también está claro es que no van a quedarse de brazos cruzados frente a la posibilidad de que sus familias no sean legalizadas.
Los estudios demuestran que el desarrollo de los hijos de familias homoparentales apenas difiere del resto de niños. Es más, los hijos de lesbianas son más abiertos y tolerantes ante la diversidad, son más empáticos, responsables y sacan mejores notas, según éstos.
Y si los estudios no bastan, ¿qué mejor argumento que aquellos que han nacido y han crecido en una familia homoparental?
Para leer el artículo completo, lo puedes hacer pinchando en el siguiente enlace:
http://www.huffingtonpost.es/maria-jesus-mendez/hijos-de-gays-y-lesbianas_b_5453716.html
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