El gobierno de Israel ha prohibido al personal médico llevar a cabo las conocidas 'terapias de conversión para homosexuales', es decir, esas terapias en las cuales se supone curan la homosexualidad.

Con la amenaza de fuertes multas o la retirada de todos los permisos para seguir ejerciendo la medicina, ha sido el Ministro del ramo, Nitzan Horowitz quien ha afirmado que estas terapias no son un tratamiento, sino un cruel abuso para las personas que lo padecen, llevando a las personas así tratadas incluso al suicidio.

Y la pregunta es ¿vale la pena acabar con tu vida por curarte algo que no es una enfermedad?

De hecho, esta nueva directiva afirma que la ORIENTACIÓN SEXUAL NO SUPONE NINGÚN PROBLEMA PSICOLÓGICO, y reafirma la imposibilidad de cambiar la orientación sexual de ninguna persona.

¡Ole!

Fotografía por sbtlneet