Catorce años de prisión por mantener relaciones homosexuales, o simplemente por ser considerado homosexual, esta es la pena que Malaui 'ofrece' a sus ciudadanos, y la ONU acaba de exigir a la Administración de este país que deje de tratar a los homosexuales peor que a los perros, basándose en las palabras de algún político del país.
"Estamos preocupados por que no se haya perseguido (judicialmente) porque este caso envía un mensaje peligroso, incitando a otros a matar a homosexuales", son las palabras que la Organización de Naciones Unidas envía a los dirigentes de Malaui, recordándoles que tienen la obligación de proteger a todos sus ciudadanos sin distinción de raza, sexa u orientación sexual.
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