Un nuevo escándalo de torturas sacude el Líbano con la revelación de la detención de dos jóvenes, golpeados durante tres semanas por ser homosexuales, dos semanas después de la difusión de dos videos en los que la policía maltrata a islamistas presos.
Omar, un ingeniero civil de 30 años, denunció hoy en declaraciones al periódico LOrient-Le Jour que hace tres semanas fue detenido en un control de la policía cuando acompañaba a su amigo Samer, de 25 años, a su casa en el sur del Líbano.
Les confiscaron sus teléfonos móviles y les detuvieron tras encontrar que Samer llevaba medio gramo de hachís para su uso personal.
En una comisaría del sur del país les hicieron una prueba de drogas, cuyo resultado fue negativo, y les empezaron a interrogar y maltratar porque en una llamada telefónica Omar le dijo a Samer "habibi" (querido).
Los golpearon incluso con palos y a Samer le aplicaron descargas eléctricas tras confesar su homosexualidad, según el relato de Omar al diario.
Durante seis días fueron maltratados y los agentes intentaron que revelaran los nombres de otros homosexuales.
Acusados de consumo de drogas y homosexualidad, fueron posteriormente trasladados a una comisaría de Beirut, donde continuaron los interrogatorios.
Su periplo continuó en el centro de detención del Palacio de Justicia de la ciudad de Sidón (sur), donde pasaron ocho días encerrados con 200 prisioneros.
Omar fue liberado tras el pago de una fianza, pero Samer continuó preso hasta que un medico enviado por el ministerio del Interior lo examinó y descubrió señales de los golpes recibidos.
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