Rubén López: ‘No me veo más especial por ser gay, soy exactamente igual que las demás personas'.
El también vulcanólogo definió la erupción de la Isla de Hierro en 2011 como una de las mejores experiencias de su vida. Con estos titulares publica la página web lavozdeltajo.com el artículo en el cual nos presentan al vulcanólogo Rubén López
Rubén López Díaz es talaverano, acaba de cumplir 35 años y es un ingeniero de telecomunicaciones que decidió dedicar su vida profesional a la geología. Pasa su vida a caballo entre Madrid y las Islas Canarias, según las exigencias del Observatorio Geofísico Central, que depende del Instituto Geográfico Nacional del Ministerio de Fomento. Además es un activista del movimiento LGTB y convencido defendor de este colectivo. Rubén quiso narrar sus experiencias en ambas facetas a La Voz del Tajo.
-Para los más desinformados, ¿qué pasó en la isla de El Hierro en julio de 2011?
Comenzó a haber terremotos y el magma empezó a extender bajo la corteza terrestre hasta que rompió en esta isla el 10 de octubre de 2011. Lo estábamos siguiendo desde Madrid y llegamos ese mismo día; fue la primera erupción submarina en España desde 1971 y la primera en la historia escrita en esta isla. Ahora viajamos cada tres semanas en procedimiento rutinario. Yo como ingeniero de telecomunicaciones controlo todas las comunicaciones que llegan a Madrid y a Tenerife. En las Islas Canarias hay 30 estaciones repartidas con diferentes disciplinas: sismología, geodesia, geoquímica, gravimetría, geomagnetismo o geología. Estas estaciones, con GPS de referencia, miden las deformaciones del suelo. Su labor es obtener todos los datos antes de que se produzca una erupción, ya que se es el aviso a través de una serie de parámetros. Tenerife es la isla más poblada y con mayor riesgo, aunque en El Hierro hubo más de 15.000 terremotos antes de que el magma subiera y provocara roturas en la corteza. Como consecuencia se desprende dióxido y monóxido de carbono y hay que comprobar si el suelo lo expide.
-¿Cómo está la situación?
Hoy tranquila, pero mañana no lo sé, es algo impredecible.
-Cambiamos de tercio, también eres una persona con mucho protagonismo en el activismo homosexual y gran defensor de la causa. ¿Cómo os sentís en los últimos tiempos?
Hemos retrocedido en los últimos años. Sería muy importante que en la asignatura Educación para la Ciudadanía o similares se hablara de homosexualidad en educación sexual. Si los niños y niñas no lo han oído nunca y se lo enseña una autoridad educativa la cuestión se ve de otra forma, sería un avance espectacular. No me imagino como de diferente habría sido mi vida si mi profesor hubiera hablado con normalidad de orientación sexual cuando de niño yo estaba en el armario, con 12 o 13 años.
-¿La integración de parejas del mismo sexo sigue siendo un terremoto social a día de hoy?
En lugares como Talavera ha habido un avance increíble desde los años 80, veo a dos chicos agarrados de la mano que si lo hubiera visto con 12 años se habría ido el alma al suelo. Veo con ilusión a gente que no se esconde.
-Además formas parte del comité organizador del Día del Orgullo Gay, puedes expresar desde este medio que sois personas normales, y que no os gusta alardear de vuestra condición sexual.
Yo estoy orgulloso de ser una persona como cualquier otra. Si un chico tiene novia si le cuenta a todo el mundo y si tiene novio le cuesta muchísimo más. Nuestra visibilidad no es para estar por encima de nadie, sino para que se nos vea. Según las estadísticas el 10% de la población es homosexual y no se corresponde con la visibilidad real.
-¿Cuál es el principal problema para que haya normalidad, es más cultural, o político o religioso?
Un poco de cada. El Ayuntamiento de Talavera hasta ahora nunca había hecho pública una declaración institucional hablando de nosotros en 500 años de existencia. Tampoco han puesto una bandera para conmemorar la celebración; aunque parezca una tontería, es reconocimiento y la gente hablaría de ello, se normalizaría con el paso de los años y terminaría aceptándose por completo. El qué dirán sigue siendo un problema en España y más en otras partes del mundo. El último caso más sonado ha sido la salida de armario del nadador australiano Ian Thorpe. No se atrevía a decir que era gay y su explicación era horrible, porque se sentía un ejemplo para los niños y no les quería defraudar.
-Pero vosotros sois personas normales…
Ya me veis, una persona como cualquier otra; con ganas de luchar para que todos nos vean así, por eso me visibilizo. No me veo más especial por ser gay, soy exactamente igual que los demás.
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