SEGOENTIENDE y FECyLGTB reclaman una formación adecuada en enfermedades de transmisión sexual en los puntos de atención primaria de Castilla y León
Segoentiende, la asociación LGTBH de Segovia, junto con las asociaciones que forman parte de FECyLGTB, la Federación de Entidades y Asociaciones LGTB de Castilla y León, han enviado una carta a la Consejería de Sanidad de Castilla y León con motivo de la atención sanitaria que reciben las personas en el tema de las enfermedades e infecciones de transmisión sexual.
“No basta la excusa de la actual pandemia del COVID-19, con la consiguiente sobrecarga de trabajo, ya que la actuación del personal médico en el tema de las enfermedades de transmisión sexual ha adolecido de interés y de formación, así como de sensibilidad respecto a las consultas y los tratamientos que debían seguir los pacientes.”, explica Martos Tarilonte, presidente de la asociación segoviana.
“La mayor parte de los profesionales de la salud presuponen la heterosexualidad, por lo que solo cuando el paciente es varón y realiza una consulta sobre dónde realizar las pruebas de detección del VIH-SIDA salta una especie de “alarma” en la mirada del facultativo y a partir de ahí empieza una sucesión de cambios posturales y de preguntas que alteran el clima de confianza entre paciente y personal médico.”, comentan desde la asociación.
“En no pocas ocasiones, se les ha pedido a los pacientes que contactasen con asociaciones lgtb para que luego les pudieran dar la información; otros, en cambio, les mandaban directamente al hospital de referencia de su zona de salud; en otras, no estaba seguro el personal sanitario del tiempo necesario para realizar la prueba de detección de anticuerpos una vez que se había producido la relación de riesgo; e incluso, ha habido facultativos que no han sabido interpretar los resultados de una prueba.”, indica Gema Segoviano, vocal de la federación.
Durante mucho tiempo se ha insistido en la necesidad de que las jóvenes se vacunaran frente al VPH (Virus del Papiloma Humano), pero no todo el mundo médico parece conocer la recomendación de que los varones jóvenes, de 12 a 26 años, reciban igualmente dicha vacuna. Y es que se ha demostrado que además de frenar los cánceres de vagina, cuello uterino y vulva, también es eficaz en la ayuda contra el cáncer de ano, de pene y orofaringe. “De nuevo, si algún joven en esa franja de edad acude a la consulta médica, recibe caras escépticas e incluso recomendaciones como “eso solo vale para los homosexuales, y tú eres muy joven para saber lo que eres”, lo que demuestra una gran ignorancia de la afectividad de las personas, y aun en el caso de que dicha persona no fuese homosexual, la vacuna ayudaría a su pareja a estar más protegida frente a prácticas sexuales de riesgo.”, relatan desde la federación de entidades lgtb de Castilla y León.
“En el caso de las mujeres lesbianas y bisexuales, además de las consultas de ginecología en donde aún ponen cara de susto cuando se acerca una mujer no heterosexual, dan por hecho que las enfermedades de transmisión sexual, especialmente el VIH es imposible que sea transmitido, ya que presuponen unas prácticas sexuales de riesgo muy bajo en este tipo de relaciones. Con lo que de nuevo se demuestra el desconocimiento de las realidades afectivo-sexuales de las mujeres lesbianas y bisexuales.”, comenta Ana Cabeza, quien atiende el área de bisexualidad de la asociación.
Mención aparte suponen las personas trans. Para empezar, la carga burocrática relacionada con el nombre y género/sexo de nacimiento frente al nombre y género/sexo sentido, hace que las consultas por temas de salud menores se dejen pasar para no tener que explicar una y otra vez cómo deben ser nombradas y tratadas, por lo que se llega a situaciones con enfermedades muy avanzadas y con necesidad de tratamientos más largos. Y en el tema de las enfermedades de transmisión sexual, nos encontramos que es casi lo primero que preguntan a una persona trans independientemente de que fuese a realizar una consulta sobre un dolor muscular o un simple catarro. En este caso se da por hecho que las personas trans se dedican mayoritariamente a la actividad de la prostitución.
En el caso de las personas jóvenes y no emancipadas y en un entorno familiar que rechaza su orientación afectivo-sexual, las consultas telefónicas no siempre se pueden realizar de manera confidencial, por lo que los tratamientos no pueden seguir una pauta de control.
Por todo ello, “reclamamos a la Consejería de Salud de Castilla y León, que se forme a los facultativos y al personal de atención primaria en las enfermedades de transmisión sexual y que aplique un protocolo que impida las actitudes y acciones de lgtbfobia implícitas en el sistema sanitario y en el trato que el personal médico facultativo y el resto de personal sanitario realiza hacia las personas LGTB de Castilla y León”., remarcan desde ambas entidades.
Y como no podía ser de otra manera, desde Segoentiende, “animamos a participar en las diferentes marchas y concentraciones que se están produciendo en la provincia de Segovia. La salud es de todos y para todos y sin una buena atención primaria, nuestra provincia se morirá”., finaliza Marcos Tarilonte, presidente de Segoentiende.
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