Desde Italia nos mandan una estupendísima recomedación. Mejor dicho, dos. Dos recorridos por las obras de los dos artistas más impresionantes del Renacimiento: Leonardo da Vinci y Miguel Ángel. Y dos ciudades completamente diferentes: Roma, con su eterna belleza, y Milán, la capital de la moda, y de la Expo 2.015.
Dos ciudades que solamente tienen algo en común en este caso, la homosexualidad de estos dos artistas. Dos itinerarios por la mentalidad renacentista, una manera de viajar al interior de esta época en Italia, y que de alguna forma, los italianos actuales aún viven.
El fundador y Director General de Quiiky, Alessio Virgili afirma que el nuevo Papa Francisco y su avance en los derechos homosexuales están atrayendo a mucha gente homosexual a la Iglesia, ya que su mente abierta es casi revolucionaria y la gente homosexual parece haberlo arecido. Incluso, añade, los Museos del Vaticano están registrando una alta presencia de público LGTBI en los últimos tiempos.
En estos momentos, Quiiky, operador turístico LGTBI, ofrece la posibilidad de admirar a Miguel Angel y Leornardo, sus obras y pinturas, y conocer su vida privada que influyó mucho en la forma de hacer Arte.
Con guías gais o gayfriendly bien informados nos llevarán a través de los Museos Vaticanos en Roma y los lugares relacines con la vida de Leonardo en Milán, examinando la forma en la cual sus obras reflejan la manera de pensar de ambos y su concepción de la belleza.
Podremos descubir el Apolo de Belvedere, la inspiración de Miguel Angel para representar a un joven Jesús, siendo su modelo un joven homosexual muy atractivo con cara de afeminado, o directamente, en el interior de la Capilla Sixtina, el "Juicio Universal", en el que descubriremos un inmenso cielo lleno de chicos besándose entre ellos celebrando la Asunción.
En las pinturas de Leonardo también descubriremos grandes sorpresas. Sólo notar la cara de Juan el Bautista en su retrato y en la Última Cena, una cara afeminada claramente pintada pensando en el modelo de Salai, el joven discípulo que trabajó con Leonardo. Parece que el genio tenía una relación muy estrecha con este chico. "Me mantiene tonto" afirmaba Leonardo. En la Última Cena, observaremos esta relación personal entre Jesús y San Juan, el apóstol preferido de Jesucristo.
Existen muchísimos detalles parecidos, ocultos a la "masa" turística y desconocidos por la mayoría de los visitantes. En la época del Renacimiento, la homosexualidad era habitual, entonces, ¿por qué en el siglo XXI tenemos que esconder estas historias?
La iniciativa de recorrer estas obras de la mano de gente que "entiende" es una nueva forma de entender el verdadero arte.
Interesante propuesta que os recomendamos. Así que ya sabéis, si os apetece conocer Italia de una manera diferente, buscad Quiiky, el primer operador turístico italiano gay.
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