Cuando este Orgullo 2015 pasó, entre las actividades que indirectamente han contribuido a la visibilidad de las personas LGTB y han hecho conscientes a la sociedad de esta realidad en su entorno más cercano, apareció un concurso de relatos en uno de los institutos de enseñanza de la ciudad de Segovia.
Tuve la suerte de charlar con su autora porque el día de la mani-fiesta que se celebró en Segovia, ella fue una de las pregoneras de este Orgullo 2015. Y su pregón consistió en la lectura del siguiente relato que os escribo a continuación, con permiso de la autora: Teresa Santos Bernardos
SI TÚ ME DICES VEN
Teresa Santos Bernardos. Concurso de Literatura “Consuelo Buruell” del IES Giner de los Ríos (Segovia)
Ahora, cuando ya estaba completamente seguro de su decisión, sabía que debía empezar a hacer nuevos planes, “si tú me dices ven, lo dejo todo…”, adoraba ese principio del viejo bolero de Los Panchos, la verdadera esencia del amor contenida en esas simples ocho palabras; verbos, pronombres y artículos en perfecta conjunción para decir tantas cosas…
Se miró al espejo, verdaderamente no estaba nada mal, a pesar de su paso por el hospital con operación incluida y de llevar en sus arterias y venas más sangre ajena que propia, o ¿quizás gracias a eso? Sí, decididamente se veía muy bien, le pareció que su pelo siempre liso, lucía más ondulado y sus incipientes canas contrastaban agradablemente con su piel algo más oscura que antes, incluso sus labios se le antojaban de repente más gruesos y perfilados. Pero qué cosas piensas Manuel, se dijo. Te están empezando a “rayar” con este tema, él te dio su sangre, sí, pero de ahí a que te le parezcas… Caprichoso amor ¿cómo haces que modelas a tu antojo la plástica realidad? ¿cómo haces para que lo invisible tenga cuerpo, que parezca cierto lo incierto?
Se apartó del espejo y comenzó a meter en su maleta lo más indispensable, en ese lugar de África no necesitaría vestir de etiqueta, las corbatas no soportan el calor y esos zapatos italianos tan elegantes llorarían si pudieran nada más pisar el polvo. Nueva ropa, nuevos plantes, nueva vida.
Pasada una hora y media salía a la calle y escuchaba por última vez el bullicioso latido de Madrid. En el aeropuerto le esperaba el verdadero y único motivo de su marcha, Abdou, senegalés, veintiocho años y cero negativo.
01-12-2014 | nosgustas.com