Este grupo quiere demostrar científicamente que ser atraído por hombres y mujeres es una condición real y no una falta de carácter, según explican en la web semana.com
Esta condición ha sido mencionada en textos sobre sexualidad humana de Sigmund Freud y Alfred Kinsey. Este último ideó a mediados del siglo XX una escala para medir la orientación sexual de una persona, que sigue siendo utilizada hoy. Según esta medida, la persona en el extremo del cero sería completamente heterosexual mientras que quien se sitúa en el otro extremo, es decir en el número seis, es completamente homosexual. Los de la mitad serían los bisexuales. Como el mismo Kinsey lo dijo, “el mundo no puede dividirse entre ovejas y cabras”.
Sin embargo, siempre ha habido dudas sobre el origen y naturaleza de esta condición. Muchos sostienen que los bisexuales son homosexuales tapados o simplemente promiscuos e indecisos. Los hombres ‘bi’ son aún más estigmatizados debido a que esta condición en las mujeres no es tan mal vista. “Somos incomprendidos, ignorados y tildados de mentirosos”, dice Brad Kane, un abogado de 47 años que hace parte del American Institute of Bisexuality (AIB) un grupo que lucha por esta causa. Según él, la mayoría de los bisexuales mantienen relaciones heterosexuales sin divulgar su verdadera condición o simplemente dicen que son gays porque eso les facilita las cosas.
Una encuesta del Centro de Investigaciones Pew publicada en 2013 mostró que solo el 28 por ciento de ellos declara abiertamente su orientación sexual por miedo a la bifobia. “Después de los transgeneristas, las personas bisexuales son las más estigmatizadas tanto por las organizaciones que trabajan con y para las minorías sexuales, así como por la sociedad en general”, dice Manuel Velandia, investigador, activista y defensor de los derechos sexuales.
Al ser un grupo tan invisible muy poco se sabe de él. Solo hasta ahora la ciencia se ha puesto a disposición de este grupo para resolver si se trata de una condición como el homosexualismo o si es un invento de los gays que no quieren salir del closet. En los últimos años, esta organización ha otorgado 17 millones de dólares a la investigación científica para que estudien diferentes aspectos de la bisexualidad. Uno de ellos es Michael Bailey, profesor de psicología de la Universidad de Northwestern, quien en 2005 evaluó las respuestas sexuales de un grupo de hombres de diferentes orientaciones mientras observaban imágenes eróticas de figuras masculinas y femeninas. En el caso de los homosexuales y los heterosexuales no hubo sorpresas, pues todos respondieron a los estímulos según su condición. Sin embargo, al observar que los que se declararon bisexuales se excitaron más con el material gay, Bailey concluyó que dicha categoría no existía.
Pero recientemente un nuevo estudio del mismo Bailey reveló un panorama totalmente diferente. Esta vez hizo una muestra más amplia en la que se incluyeron hombres que habían tenido al menos una relación sentimental con otro del mismo sexo o con una mujer. Luego de monitorear sus genitales con sensores, el grupo de expertos pudo evidenciar que los hombres bisexuales se excitan de igual forma al ver imágenes eróticas de ambos sexos. La razón por la cual no se evaluaron mujeres durante estos experimentos es que los especialistas las consideran mucho más proclives a ser bisexuales, como lo han demostrado varios estudios. Esto se debe a que la bisexualidad femenina, como se dijo antes, no es tan discriminada debido a que en el imaginario de la gente ver a dos mujeres besándose o teniendo relaciones sexuales es considerado erótico, y de hecho es una de las fantasías más recurrentes de los hombres.
Bailey planea hacer un nuevo estudio para entender más el tema. Esta vez busca reclutar solo hombres bisexuales y ver lo que sucede cuando a una pareja de ellos se le suma una mujer. “Algunos van a estar inhibidos ante su presencia pero otros no”, dice el experto. Otra duda que quieren resolver es si los bisexuales nacen o se hacen y si hay algunos que tienen un mayor interés en un sexo que en el otro, pues, según lo que han observado los expertos, la atracción no está repartida en partes iguales hacia cada sexo sino que varía.
En Colombia y otros países de América Latina la bisexualidad es tan común como en Estados Unidos, pero muy rara vez se discute porque aún no es aceptada en la sociedad. Los militantes del grupo son una minoría dentro de la comunidad LGBTI (Lesbianas, gays, bisexuales, transexuales e intersexuales), y si bien ha habido progresos en el tiempo, aún hace falta trabajar más para respetar su condición. Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa señala que “los bisexuales deben ser reconocidos y valorados de la misma forma que los gays y las lesbianas. Aunque la ciencia debe profundizar aún más en el tema, lo cierto es que hay suficiente evidencia para demostrar que la bisexualidad es real y debe ser vista como algo normal que hace parte de la compleja sexualidad humana.
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Fotografías del artículo titulado "Besos contra la homofobia".
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