El día 8 de agosto es desde hace unos años el día dedicado al ORGASMO FEMENINO. Una sensación no siempre alcanzada pero siempre deseada.

En el orgasmo se producen una serie de cambios físicos que contribuyen a una sensación más que placentera, capaz incluso de provocar en los casos más extremos una "petite mort", es decir, que te deja literalmente sin aliento y sin consciencia durante unos breves instantes y con la impresión de haber alcanzado el Paraíso.

Y si hablamos de orgasmo femenino, las mujeres lesbianas y bisexuales que han mantenido relaciones sexuales con otras mujeres pueden llegar a alcanzar ese estado tan satisfactorio en un porcentaje mucho mayor que las mujeres heterosexuales o que mantienen relaciones sexuales con hombres (86% y 65% respectivamente).  Y ya que menciono a los hombres, las mujeres en general, tienen la capacidad de no necesitar apenas tiempo de descanso para enlazar un orgasmo con otro y por ello el porcentaje de mujeres multiorgásmicas será mayor que el de hombres.

Así que, cuando vuestra pareja o vosotras mismas notéis una elevación del útero, una gran lubricación vaginal acompañada de un aumento de la erección y el tamaño del clítoris junto con contracciones musculares intermitentes, y una subida de la ventilación pulmonar y del ritmo cardíaco y una coloración rosácea en el pecho o en el rostro, ¡Bingo!

¡Tenemos ORGASMO FEMENINO!

7 segundos como mínimo que pueden llegar a un minuto en un solo orgasmo, porque si se encadenan, el tiempo puede ser muy superior.

Orgasmos clitorianos, vaginales, mixtos o incluso por excitación de otras partes del cuerpo. Lo importante es disfrutar y no preocuparse porque no siempre venga. Se necesita tiempo, práctica y confianza hasta lograr que se produzca un terremoto de sensaciones en esas más de 8.000 terminaciones nerviosas implicadas en este proceso. Disfrutemos de nuestros cuerpos y de nuestra sexualidad, sin miedo, sin vergüenzas.  Busquemos un placer que va más allá de los sentidos por la grandes  beneficios saludables que aporta a las mujeres que lo viven. ( Y también a las parejas que contribuyen a ese estado)