Hemos hablado ya en alguna ocasión de Richard Cohen, a quien mucha gente denomina como el 'azotador de los gais'. Pero, ¿sabemos realmente lo que opina sobre nosotros?. Si antes de leer el extracto que publicamos a continuación queréis saber quién es, pinchad aquí.
En la sección de blogs de periodistadigital.com, existe un blog llamado "Tres foramontanos en Valladolid", y en el artículo firmado por Carlos de Bustamante, nos hace un estupendo resumen de algunas de las afirmaciones del Señor Richard Cohen:
"La homosexualidad no es una enfermedad. En el libro hablo de diez causas potenciales, y siempre vienen de heridas en el corazón que no se han solucionado".
"No se trata de cambiar a nadie, sino de aprender a amarles de la manera correcta".
"Científicamente sabemos que nadie nace homosexual. No hay causas genéticas ni biológicas de la atracción al mismo sexo. Si acaso puede haber algo biológico, es el temperamento, son niños extremadamente sensibles y se les hiere fácilmente".
"Es ridículo llamarme homófobo. La definición de homofobia es un miedo irracional a la homosexualidad. Yo amo a todos los homosexuales. [Cuando yo lo era] fui discriminado de una manera terrible, ¿cómo voy a tratar así a un homosexual? Si miras mi trabajo durante treinta años nunca encontrarás una palabra negativa contra la comunidad LGTB".
"Creo en el derecho de los individuos a la autodeterminación. Si alguien quiere vivir una vida homosexual, tenemos que respetarle. Si alguien quiere salir de la homosexualidad y cambiar de ser homosexual a ser heterosexual, también tenemos que respetarle".
"Yo soy una prueba viviente de que el cambio es posible".
"En todos los países del mundo el lobby LGTB en el interior de las organizaciones de psicólogos está intentando impedir que terapeutas como yo podamos ofrecer ayuda y esperanza a aquellos que quieren cambiar y a los miembros de sus familias. Esto no es ciencia, es política. No quieren que se practique esta terapia: si las personas quieren ayuda, hay que negársela [dicen]; esto no es libertad".
"La terapia tiene tras pasos: comprender las causas, resolver cada tema del pasado y crear vínculos con personas heterosexuales e internalizar esa forma de amar. Llevamos haciéndola 25 años con un 85% de éxito".
"Las carencias afectivas por el vínculo masculino (en el caso de hombres), en la adolescencia, se convierten en algo sexual. Y entonces todos dicen: ´Has nacido gay´. No es verdad. Es un niño que está buscando amor y el sexo no se lo va a suplir".
"Si unos padres nos traen un hijo para que le ´cambiemos´, no trabajamos con el hijo, sino con los padres. Les enseñamos a amar a su hijo correctamente, no a cambiarle".
Para leer el artículo completo, pinchad aquí.
Fotografía por infovaticana.com
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