La mezquita gay de Sudáfrica es una pequeña habitación con ventanas cubiertas por cortinas venecianas, una moqueta (tela) verdosa y una alquibla que apunta a la Meca. En la pared se puede leer el famoso verso del Corán: "No hay más Dios que Alá". Los viernes, más de una docena de hombres y de mujeres homosexuales visitan el lugar de culto, dirigido por Mushin Hendricks, el único imán que dirige la oración gay y que es abiertamente declarado en el país.
La homosexualidad no es un pecado. No hace falta que cambies tu manera de andar ni tu manera de hablar para eludir las miradas condenatorias. Dios te acepta tal y como eres. Incluso puedes aspirar a un matrimonio bendecido. Aquí es posible ser gay y musulmán.
Comparado con muchos países de África, donde el sexo homosexual es considerado un delito y puede llegar a ser castigado con la pena de muerte, Sudáfrica es el último bastión del liberalismo. Fue el primer país del mundo que ilegalizó la discriminación basada en la orientación sexual en su Constitución. También es el quinto país del mundo — y el primero de África — en legalizar el matrimonio entre parejas del mismo sexo.
Su mezquita ha sido asaltada en varias ocasiones. Pero justo al final de la calle donde los musulmanes son repudiados por su comunidad, existe un lugar seguro donde pueden ir a rezar. A diferencia del lugar de culto de Hargey, la Mezquita de la Gente, comandada por Hendricks, se describe a sí misma como un lugar gay de culto. Hargey dice no hacerlo públicamente para mantenerse lejos de la atención pública.
El imán Mushin Hendricks dirige la organización de apoyo a los gais musulmanes The Inner Circle, además de la Mezquita de la Gente.
Hendricks ha sido un pionero en la lucha por los derechos de los homosexuales musulmanes de Sudáfrica a lo largo de los últimos 18 años. Fue una "vocación" basada en su propia experiencia y en su incapacidad para reconciliarse, admite. Hijo de un imán, siempre había querido ser un clérigo, pero siendo un niño, estaba convencido de que iría al infierno. No podía entender cómo un Dios de la compasión lo castigaba por algo que no había podido elegir.
En 1996 formó un grupo de apoyo y una plataforma de activismo llamada Inner Circle (Círculo Íntimo) cuyo objetivo era: "integrar los derechos del Islam con los Derechos Humanos", que estuviera desprovista de cualquier forma de discriminación. Lo siguiente fue abrir la Mezquita de la Gente en su casa, en 2011, porque existía una demanda para ello.
"Es un lugar seguro. Cuando te sientas en una mezquita convencional, lo haces porque te anima y porque te puedes conectar con Dios, pero el imán te está diciendo que algo dentro de ti está mal", explicó a VICE News.
"Aquí, simplemente, no juzgamos a la gente. Debería ser un sitio donde también se pueda cuestionar el Islam. Al fin y al cabo, eso es lo que creo que debería hacer una mezquita".
Hendricks ha estudiado durante años los versos del Corán, en especial los que hablan de Sodoma y Gomorra y han sido empleados para condenar la homosexualidad.
"En Sodoma y Gomorra hay una serie de atrocidades y solo de una de ellas es de naturaleza sexual", afirma Hendricks. "Se abordan el asalto y la violación cuando las víctimas son humanas y los actos sexuales que constituyen una violación del derecho a la integridad de una persona. [Sin embargo] no se refiere a la orientación sexual. El Corán no dice nada al respecto".
El padre de Ziyaa Follentine desheredó a su hijo cuando éste asumió su sexualidad a los 16 años de edad.
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