Ángel Cruz es el actor porno español con más sabor tropical del planeta. Este valenciano de origen colombiano camina por las céntricas calles de Madrid o Nueva York sin que nadie se percate de que es una de las estrellas más cotizadas del cine para adultos. La pasión con la que se dedica a la pornografía gay es tan fuerte que ha recibido importantes premios por su trabajo dentro de la potente productora norteamericana Cockyboys —–fundada ni más ni menos que por Kylie Majors en 2007—–. Educado caballero de alta escuela, el talento latino dudó entre lanzarse desnudo a las cámaras cinematográficas o licenciarse en la universidad. Su gran carisma y valentía le empujó a probar las mieles del Star System que reina en Hollywood desde la época dorada en la que los estudios siempre se aseguraban el éxito de sus producciones —–más allá del público a quien van destinadas. La contratación de actores en exclusividad durante mucho tiempo hizo que se replantease sus primeros pasos profesionales. Hoy en día —–convertido en una verdadera estrella—–, no duda que hizo bien en tomarse un respiro antes de desarrollarse en un trabajo que considera digno y mucho más limpio que otras profesiones cercanas a otro tipo de tentaciones opuestas a la magia de la pornografía.
Ángel Cruz es un hombre posicionado contra las injusticias sociales y pierde la vergüenza al descalificar a cualquier persona que atente contra la vida de sus semejantes —–en el más amplio sentido del significado de esta afirmación—–. Defiende sus generosos ideales del mismo modo que no le tiembla el pulso cada vez que embiste —–en cualquier posición—– a cada una de sus parejas en la ficción. Detesta con todo su alma la violencia de género y el dolor que causa la asquerosa figura —–tan actual en nuestros medios de comunicación—– del maltratador. Su corazón y su voz van a otro rollo que el resto de su espectacular cuerpo. El corazón le pertenece a su público y sus cuerdas vocales entonan un impresionante canto por la libertad y los derechos LGTBi. Entre sus múltiples compromisos fuera de las películas —–compagina trabajo y activismo a un ritmo frenético—–, mantiene una lucha particular para que las instituciones no descuiden sus políticas de control de enfermedades de transmisión sexual y apoya la concienciación de quienes practican relaciones sexuales sin preservativo. Con condón se vive mejor:
– ¿Te gusta tu trabajo?
La verdad que me encanta pero no por ello deja de ser un trabajo que muchas veces lo he odiado o me ha sido muy difícil mantener. Si pongo una balanza las cosas positivas y negativas que me ha brindado mi profesión, siempre pesa más lo positivo. Por esa razón me encanta mi trabajo y espero hacerlo por mucho tiempo ya que me abre puertas a infinidad de proyectos personales además de permitirme ahorrar, viajar y conquistar otros proyectos de vida.
– ¿Por qué te dejaste seducir por el mundo de la pornografía?
Pues la verdad no era lo que realmente pensaba para mí, pero surgió... Siempre me ha gustado interpretar, actuar, las cámaras y sé que tengo un buen físico. Desde muy joven supe que poseía las herramientas necesarias para poder ser un grande de la industria.
- En tu opinión ¿cualquier persona está preparada para trabajar ante las cámaras cinematográficas de tal envergadura?
En mi opinión cualquiera puede ponerse ante una cámara y tener sexo pero cualquier persona no es capaz de hacerlo con la calidad requerida. No se trata de follar para que el público disfrute en su intimidad. Tienes que tener cierto arte, muy poca vergüenza, disfrutarlo y no olvidarte de que eres un profesional. De que no le estás haciendo el amor a tu pareja.
Para leer la entrevista completa publicada por la página web http://larevistadiversa.blogspot.com.es pinchad aquí.
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