¿por qué das credibilidad a alguien que en su Grindr pone “negativo” y que se ha hecho la prueba ayer? ¿Qué te aporta? ¿En qué cambia eso la relación que vas a tener con él? ¿Le darías credibilidad si te lo estuviera diciendo mientras os desnudáis en su casa un rato después de conoceros? ¿De qué lo conoces, qué confianza te da, qué valor real tiene que te lo diga en su perfil? ¿Y si no lo pone? ¿Es que todos los que no lo ponen tienen algo que ocultar? ¿Y antes cómo lo hacías, no follabas con nadie de Grindr, le hacías un tercer grado antes de quedar, le preguntabas a la gente su estatus serológico como quien pregunta por el trabajo? ¿Follabas más intranquilo que ahora que puedes leer eso en su perfil? ¿Si no pongo que soy negativo no me hablarás, porque sospechas que soy positivo –a pesar de mi carita de ángel o, por supuesto, con la cara de cerdo que tengo? ¿Si pongo que soy positivo no me hablarás, porque piensas que el sexo conmigo es un peligro, aunque sea un peligro bien rico?
Probablemente no sepas contestar (aún) a todas estas preguntas. No te preocupes, a mí me pasa lo mismo… con algunas de ellas. Por eso mismo considero interesante que sigamos dándole una vueltecita a esta “inocente” costumbre que se está instalando últimamente en nuestras aplicaciones.
Para leer el interesante artículo completo publicado en la página web imaginamas.org pincha aquí
© 2014 - 2024 Development by Clara Díaz Fonticoba. All Rights Reserved.