Esta semana llegó a Alemania el primer ciudadano checheno en recibir visado humanitario debido a la persecución que sufría en su país por ser homosexual.
Otros solicitantes de esa medida fueron invitados a ofrecer testimonios en la embajada germana de Moscú. "Estamos contentos de poder ayudar en casos particularmente difíciles”, le comunicó el Ministerio de Exteriores al diario berlinés Der Tagesspiegel. Según ese medio, ciudadanos de otros países pueden obtener un permiso de residencia en Alemania en circunstancias de urgencia humanitaria; pero esos casos no se presentan con frecuencia.
Chechenia es regida autocráticamente por el presidente Ramzán Ajmátovich Kadýrov, a quien se le imputan graves violaciones de derechos humanos. En ese país, donde predomina la religión musulmana, ninguna orientación sexual o identidad de género que se aleje de la heteronormatividad tradicional es tolerada. Por otro lado, Chechenia tiene una relación cultural y sociopolítica estrecha con Rusia, donde las orientaciones sexuales y las identidades de género no tradicionales no son penalizadas, pero se prohíbe hablar positivamente en público sobre los gays, las lesbianas, las personas bisexuales, transgénero e intersexuales (LGBTI) o exhibir los emblemas de la subcultura gay, como la bandera del arcoíris.
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