Kamasutra para lesbianas: Las mejores posiciones entre mujeres. Cuando oímos la palabra Kamasutra nos viene a la mente el famoso libro con las posturas sexuales más importantes y placenteras entre heterosexuales. Pero ¿y entre mujeres? También existe un gran abanico de posturas muy placenteras que te descubriremos a continuación
Las posturas lésbicas son algo de lo que por desgracia, no se tiene la suficiente información. Estamos acostumbrados a leer y escuchar información sobre posturas y sexo heterosexual, y en el caso de hablar de homosexualidad, generalmente se nos enseñan posturas y técnicas gais. Pero, ¿qué pasa con las mujeres? Existen gran variedad de posturas muy placenteras entre chicas que harán las delicias de cualquier chica que se anime a probarlas.
La mano mágica
Esta postura se basa en la masturbación, y además es muy sencilla. Basta con que una de las chicas se tumbe en la cama boca arriba con las piernas abiertas. La otra chica, tumbada encima de la primera, aprovecha para introducir sus dedos en la vagina de su chica, estimulando así sus zonas íntimas y quedándole una mano libre para al mismo tiempo, poder estimular el ano o bien masajear los pechos de forma sugerente. El orgasmo está asegurado.
Tijeras de terciopelo
Esta variante de las clásicas tijeras (postura en la que se juntan los genitales de las chicas de forma directa) es mucho más placentera y excitante que la original. Consiste en que una de las chicas se coloque tumbada con una de sus piernas flexionada para marcar el ritmo del roce, mientras la otra sentada sobre las piernas de la primera, disfruta del roce de genitales a través del ritmo marcado por la primera.
Sexo facial
Para practicar un sesenta y nueve, no es necesario recurrir a la postura de siempre. Esta forma de practicar sexo oral entre mujeres es muy divertida y satisfactoria. Una de las chicas se coloca tumbada boca arriba, mientras que la otra se coloca encima de esta de tal manera que su clítoris queda a la altura de la cara de la primera. Mientras la que se encuentra encima, masturba con sus dedos las partes de la primera, frota de forma compulsiva las suyas contra la cara de la que está tumbada.
De esta forma, marca el ritmo del sexo oral y obtiene mucho más placer.
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