El acuerdo de la Fiscalía es un insulto a la vida misma y a la víctima del asesinato y a todas las víctimas de la homofobia y de la transfobia.
Lyssa sufrió una muerte brutal a manos de dos hombres que no tuvieron por ella ninguna compasión ni cuando la dejaron inconsciente. Asesinaron a Lyssa a sangre fría y abandonaron su cuerpo negándole ningún tipo de posibilidad de asistencia o socorro.
Los asesinos de Lyssa ni siquiera huyeron. Su desprecio por ella era tal que, después de darle una paliza terrible, se echaron a dormir como si nada, mostrando el máximo desprecio a la vida.

Lyssa era una mujer con sueños, planes de futuro y una vida por delante que ya no podrá realizar. Deja un vacío irreparable entre su familia y amigos por que se cruzó el machismo más cruel y la transfobia en su vida.
Las personas transexuales siguen sufriendo, en la España de hoy, toda la clase de violaciones graves de sus derechos. Nuestra sociedad debe reconocer la realidad de las personas transexuales y atajar las graves discriminaciones que LES AFECTAN y que son motivo de la violencia que SUFREN.
La TRANSEXUALIDAD sigue considerándose una enfermedad a día de hoy, las personas transexuales siguen siendo estigmatizadas, son víctimas del rechazo familiar, social o laboral y se ven empujadas la exclusión social. Las mujeres y hombres transexuales siguen siendo objeto de burlas, insultos, acoso y agresiones físicas y psicológicas. En algunos casos las agresiones son de tal importancia que acaban con graves secuelas, y cuando no, en muerte, como el terrible caso de Lyssa. Las mujeres transexuales, muchas de ellas inmigrantes, son además víctimas de la explotación sexual, de la trata de personas, y su situación administrativa invisibilizan la violencia brutal que sufren.
Hoy hemos sabido que la Fiscalía ha llegado a un acuerdo de conformidad con las defensas del caso de Lyssa que son un auténtico insulto para la víctima y para su familia y su viudo. También es un insulto para el colectivo LGTBI al que representamos y que, nos hace sentimos desprotegidos y desprotegidas por las instituciones del Estado, que deberían de velar por el respeto y la garantía de nuestros derechos. Se cierra un caso sin tener las consecuencias penales que debían tener como otros tantos casos en los que la Fiscalía no aprecia delito de odio, jueces que ponen multas irrisorrias por agresiones homófobas o agresiones que quedan sin juzgar porque no se consideran que atenten contra nuestra dignidad como colectivo o minoría.
Al parecer, la Fiscalía ha acordado que 10 años de carcel para uno de los asesinos de Lyssa que es el autor material de la paliza que le causó al muerte. Estos años, de los cuales cumplirá 2 o 3, son suficientes para pagar por el delito de ASESINATO, y en el caso de su compañero de crimen, la LIBERTAD, al aceptar el acuerdo de conformidad de un delito de encubrimiento. Qué barato sale asesinar y qué poca atención reciben las víctimas de la transfobia, de la homofobia y de la discriminación en general. Lamentamos que el asesinato de otras mujeres, recientemente en Alicante, viudas o mujeres de reputados banqueros tienen otra atención, tanto de los medios como de la sociedad en su conjunto. Esta es la realidad en la que vivimos como víctimas de primera categoría y víctimas de segunda. Víctimas que hacen que la sociedad en su conjunto mire a otro lado y se llegue a acuerdos de conformidad y víctimas que generan impacto social y probablemente toda la atención de la jueces y fiscales.
Desde Diversitat lamentamos profundamente que no se haya tomado el agravante de delito de odio. Una cuestión que es algo que se está produciendo de forma habitual en los juzgados y las comisarías, que los delitos de odio no son valorados como tales ni tenidos en cuenta. Además, los delitos de odio son delitos que nos afectan a toda la comunidad en su conjunto al lesionar y atacar la parte troncal de nuestra convivencia, poniendo en riesgo nuestra seguridad y lanzando el mensaje de que la diferencia y la diversidad no están bien vistas y que como gays, lesbianas, bisexuales y transexuales debemos escondernos y ocultarnos para no levantar la ira, el desprecio y la violencia de los demás. Esta es la Justicia que tenemos y este es el mensaje que nos lanzan. Escandaloso.
La transfobia mata. El machismo mata.
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