Ya se sabe que la primavera la sangre altera, el verano está a la vuelta de la esquina y no sería sorprendente que el calor del sol y el poder desinhibidor de la cerveza nos lleve a la playa a darnos un revolcón. En ese caso, ¡la crema solar no es la única protección que deberíamos llevar con nosotros! La imagen de tener sexo a la orilla del mar, con una puesta de sol y con el sonido de las olas de fondo, es de lo más atractiva. Pero, ¿cómo de seguro es tener sexo en la playa? Además de los mirones que podamos tener sin quitarnos ojo, dos de los grandes enemigos que pueden chafar nuestro momento erótico, son la arena y el agua.
Esa arena molesta, que se mete por todos los lados, puede dañar fácilmente el condón, y el agua, por otro lado, lo secaría y terminaría destrozándolo. Por esa razón, desde aquí queremos daros un par de consejitos:
Es importante que el preservativo se coloque siempre con las manos limpias y se ponga y se quite fuera del mar. La penetración dentro del agua haría que el condón se secara y que con la fricción terminara rompiéndose. Por lo tanto, es importante asegurar una buena lubricación. Y no, el aceite bronceador no es la solución.
Para terminar de leer el interesante artículo firmado por Xabi Bizkaisida de la Comisión Ciudadana Antisida de Bizkaia, y publicado por la página web revistablue.com, pinchad aquí.
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