La creencia de que la homosexualidad es una enfermedad que se puede curar a través del sexo ha convertido a las lesbianas en el Perú en víctimas de las llamadas “violaciones correctivas”, en donde familiares y personas cercanas intentan “enderezarlas”.
Las mujeres homosexuales que han sido sometidas a este tipo de violaciones con el objetivo de convertirlas en heterosexuales no se ven reflejadas en las encuestas de violencia en el Perú. Sin embargo, tanto funcionarios del gobierno como activistas aseguran que no se trata de casos aislados.
“Lamentablemente es una práctica que tiene cierta recurrencia”, declaró Margarita Díaz Picasso, directora general de Igualdad de Género y No Discriminación del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables en una entrevista a BBC .
Insistió en la importancia de recoger datos y sistematizar las vivencias de las víctimas. En tal sentido, sostuvo que se está diseñando un protocolo para atender los casos de violencia hacia las lesbianas.
Por su parte, María Isabel Cedano, directora de Estudio para la Defensa de Derechos de la Mujer (Demus), señala que los casos “no están documentados”, pero se escuchan desde hace al menos 10 años.
Otra investigación sobre la violencia a los homosexuales en Lima señala que de cada 10 lesbianas, 4,3 han sufrido violencia familiar. “En el 75% de los casos de violencia familiar se utiliza la heterosexualidad obligatoria como mecanismo de control (…) Para corregirla y/o curarla, se utiliza el control emocional, económico e incluso la amenaza de violencia sexual y muerte”, precisa el informe.
El Perú no es el único país que sufre de “violaciones correctivas”. En Sudáfrica es donde se han registrado más casos de este tipo de violencia contra lesbianas. Asimismo, en países como Ecuador, Zimbabue e India se han reportado “clínicas para curar” la homosexualidad, en donde también se emplean las violaciones sexuales contra las lesbianas.
Para leer el artículo completo publicado por la página web laprensa.peru.com, pinchad aquí.
© 2014 - 2024 Development by Clara Díaz Fonticoba. All Rights Reserved.