#FootFetish para DUMMIES. Hace algún tiempo que tengo mucha curiosidad por esta parte del cuerpo, estos fieles amigos que te acompañan donde vas, mejor dicho te llevan.
Pero siempre he visto la cantidad de personas que rinden culto a los pies, incluso llevándoles a el punto de “Adoracion”, por ello, me he adentrado al mundo del foot fetish, haciendo una investigación que me ha dejado con la boca abierta y los pies muy calientes.
Gracias a una colega de la sexualidad, Arola Poch, que me dió unas claves fantásticas para incursionar en este mundo tan peculiar, me puse en contacto con un chico de Asturias, perteneciente al colectivo de HSH , llamado Albert ,que con 29 años es un experto del Foot Fetish y he aquí mis preguntas y sus contestaciones.
-1) ¿En qué consiste el foot fetish?
Como bien indica su nombre, el foot/feet fetish, o fetichismo de pies; consiste en la atracción sexual hacia esta zona del cuerpo. Hay múltiples tipos de prácticas dentro de esta parafilia (denominada en psicología como podofilia); pero en definitiva, cualquier práctica en la que la excitación sexual se consiga o mantenga mediante los pies, pertenecería al foot fetish.
Dentro de la podofilia, encontramos:
La adoración (worship) que consiste en “adorar o dejarse adorar” los pies observándolos, tocándolos, besándolos, cuidándolos, etc.
Las cosquillas (tickling) que sería una parafilia diferente pero que entraría dentro del marco de la podofilia si se concentran en los pies y que consiste en hacer cosquillas con las manos, otras zonas del cuerpo o diferentes objetos, de tobillos para abajo. Muchas veces se suele llevar a cabo junto con el bondage, atando a la persona para que no pueda moverse mientras las recibe.
Pisar (trampling) que consiste en subirse encima de otra persona, descalzo, con calcetines o zapatos; de pie o sentado, y “pisar” con mayor o menor fuerza, distintas partes del cuerpo de la persona que está tumbada. Esta práctica, si bien es la menos común, se relaciona mucho con los roles de amo/esclavo; ya que la persona que “pisa” está en una posición de superioridad frente a la “pisada“. Puede parecer una práctica algo extrema, pero si se lleva a cabo con cuidado y experiencia, puede dar mucho juego.
-2) ¿Cómo te iniciaste en este mundo?
Pues la verdad es que los pies siempre habían sido una zona muy poco erógena para mí, como le ocurre a la gran mayoría de las personas, me provocaban rechazo. Pero un día, jugando con mi pareja, me confesó que le atraían mucho mis pies, así que dejé que me los tocara e hiciera con ellos lo que quisiera. Y así, sin más; descubrí un mundo inmenso lleno de sensaciones y placeres que no podría describir con palabras. Poco a poco ha ido transformándose de una simple práctica sexual, a una verdadera obsesión sana. Pero estoy muy contento por haber podido descubrir una práctica que amplía aún más mi universo sexual.
-3) ¿Se practica según el rol sexual?
Pese a lo que se pueda pensar, rotundamente no. Es independiente que te guste más dar o recibir placer en los pies, a ser activo o pasivo como rol sexual, e incluso ser dominante o sumiso. Puedes ser activo, sumiso y gustarte más recibir placer en los pies, o ser pasivo, dominante y dar placer en los pies, por ejemplo. Los roles y las posturas más o menos activas que adoptes en la cama son independientes y no responden a mitos o tabúes. El órgano sexual por excelencia es el cerebro y la mente no tiene fronteras.
-4) ¿Cómo sé que mis pies son atractivos?
Esto es algo muy relativo y subjetivo. Así como la belleza corporal tiene unos cánones que la sociedad nos impone por medio de publicidad, moda, etc; los gustos por diferentes tipos de pies también son infinitos. Sí que es verdad, que como en todo, hay un estándar, lo que se supone que sería anatómicamente perfecto (una piel suave, cuidada; unos dedos rectos, proporcionados; unas uñas lisas, recortadas…) pero los pies no son una zona fácilmente transformable como el cuerpo, tú puedes conseguir estar más delgado o más musculoso, pero no puedes enderezar ni alargar los dedos.
Aún así, yo he visto de todo. Desde personas que prefieren unos pies que huelan o suden mucho, hasta personas que los prefieren inmaculados, pasando por las que los quieren con durezas y “currados”. No hay un tipo en concreto. Todo el mundo puede adorar o ser adorado independientemente de la belleza del pie. Va en gustos.
-5) ¿Hay técnicas para hacerlo?
Bueno, esta es una pregunta algo complicada, ya que requiere demostración presencial. Pero en definitiva, “cada maestrillo tiene su librillo”. Creo que todo requiere práctica y técnica que solo la experiencia te puede dar. Al igual que en el sexo oral hay ciertas “GIFT FFnormas”, en la podofilia también las hay. Saber dar un buen masaje, conocer de forma básica la anatomía del pie y sus zonas más sensibles, aprender cómo se debe cuidar estéticamente un pie, y saber usar la boca, la lengua y los dientes a la hora de chuparlos y besarlos son algunos aspectos básicos que todo el mundo debería ir adquiriendo a lo largo de la experiencia. Nunca hay dos personas iguales, con gustos iguales ni necesidades iguales.
Bueno, al parecer luego de estas master clas, me he convertido en un aprendíz de Foot Fetish, espero que os haya gustado este post, y seguiré hablando de nuevos fetiches.
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Gracias a la sex blogger Arola Poch y al experto en Foot Fetish, Albert y al chulazo de las fotos, el modelo y amigo Jesús Hernández.
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05-05-2015 | nosgustas.com
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