Nikos Paraskevópulos es el Ministro de Justicia de Grecia, y acaba de anunciar un proyecto de ley en el cual se aceptaría el matrimonio igualitario, o lo que es muy parecido, la unión civil para las parejas homosexuales. Esta unión civil ya existe en el país desde hace siete años, pero excluyendo 'directamente' a las parejas del mismo sexo.
En un comunicado hecho público por Parakevópulos se afirma que ''con la introducción de la nueva ley sobre la unión civil, Grecia dejará de ser uno de los últimos países europeos en los que las parejas homosexuales no tienen ningún tipo de reconocimiento legal".
Con esta nueva ley, que todavía habrá que discutirla en el parlamento heleno se conseguiría reconocer legalmente las diferentes unidades familiares, y regular los temas de herencia y propiedad, aunque las parejas homosexuales 'legalizadas' no podrán hacer la declaración de la renta de manera conjunta, ni tendrán los mismos derechos que los matrimonios tradicionales en cuanto a recibir la pensión de viudedad, por ejemplo, ni derecho a la Seguridad Social de la pareja. Y tampoco se aceptará la adopción por parte de una pareja homosexual.
Una ley corta, pero que es un buen camino para adecuarse a la realidad del país y de Europa.