¿QUÉ PASA CUANDO TU PAREJA SALE DEL ARMARIO COMO TRANS*? A pesar de que esta entrada está escrita por Patri, me gustaría hacer una aparición estelar (que soy yo muy de eso) para destacar algo que creo importante para mi. En este post -voy a destriparlo un poco- vais a poder leer cómo fue y sigue siendo la reacción y sentimientos de Patri cuando ‘salí’ de aquel armario de transfobia propia en el que estaba metido. Aunque, siendo realistas, tampoco sabia que estaba haciéndolo hasta que le pusimos ‘etiqueta’.
Os recomiendo, muy gratamente, darle al “seguir leyendo”, o simplemente continuar indagando en este post ya que, el hecho de recibir las primeras palabras de apoyo y que me ayudara a expresar y poner nombre a tantas cosas de su mano, hace que valore mucho más quien es ella para mi, como persona y como pareja.
Ya se os ha adelantado sobre el contenido de este post, y sí, como bien dice él, soy una parte importante en todo este proceso por todo lo que ya sabéis muchos de vosotrxs y por lo que queda entre lxs dxs. Cuando me lo contó, no estábamos juntxs como pareja, pero evidentemente, me lo contó con total sinceridad. Os puedo asegurar que no lo esperaba, a pesar de que meses atrás me hacía preguntas sobre el tema y yo, le daba largas. No me podía imaginar que un día todas esas preguntas se materializarían en respuestas. Y por mucho que diga la gente, NO, no “se veía venir” o “como no lo pude ver antes”.
Recuerdo que me lo contó por teléfono, que sus palabras salían atropelladas y que no era capaz de coordinar las palabras con sus pensamientos. Tardó semanas en expresarlo como de verdad quería y sentía, y en todo momento estuve a su lado. Aunque no os voy a mentir. Después de contármelo, estuve días y días llorando en casa, porque no era capaz de asumir todavía todo lo que me había dicho. Pensaréis que es por transfobia, pero os puedo asegurar que no. Cuando tu pareja -aunque por aquel entonces no lo era- te dice que es un chico y te pide perdón por no habértelo contado antes, te asaltan mil dudas. Y la mayoría de ellas, no tienen respuesta. Tu cabeza va a mil por hora, y aunque sabes que le vas a apoyar en todo, tu mente te traiciona y aparece el rechazo.
Por eso estuve días de bajón, sin querer hablar con nadie, sin querer darme cuenta de las cosas y negándome a mí misma lo que me decía cada día. No por el hecho de que sea un chico, si no por el hecho de que mi cabeza tenía muchas ideas preconcebidas de como era nuestra relación hasta ese momento y de repente, todas se vinieron abajo. Absolutamente todas. Y puedo afirmar que no es fácil recomponer todo aquello que creías que era una verdad universal, y en verdad, tan solo eran verdades para unx mismx. Porque todo es miedo, miedo a no estar a la altura y miedo a no saber cómo actuar ante situaciones que nunca has vivido antes.
© 2014 - 2024 Development by Clara Díaz Fonticoba. All Rights Reserved.