Está claro que en tiempos de crisis nada mejor que poner superhéroes en las pantallas, a ver si así alguien se cree que los problemas reales tienen solución…ironías aparte la razón principal de estas pelis son que suelen dar una cantidad de dinero apabullante aunque no todas en la misma medida porque la sobreabundancia ha jugado en su contra.
Tenemos por un lado LOS VENGADORES que hizo mundialmente una recaudación tan descomunal que ha desencadenado una serie de proyectos sin fín con superhombres que irán llegando progresivamente en los años venideros, ya sean secuelas, segundas y terceras partes etc etc.
El año pasado empezó las grandes ligas IRON MAN 3, impresionante despliegue de talento con un Robert Downey jr. (¿alguien se acuerda del padre?) en estado de gracia, un guión fantástico lleno de diálogos ingeniosos y con un malo como Guy Pearce al que cuesta cada vez más reconocer como una de las drags de PRISCILLA REINA DEL DESIERTO. La función sin embargo la robaba el veterano Ben Kingsley al que pocas veces hemos visto tan en comedia…el resultado, una bomba que recaudó más de 400 millones en los USA.
Y existen LOBEZNO INMORTAL, la segunda parte de THOR, la del Capitán América…nos ha llegado EL HOMBRE DE ACERO que es otro acercamiento a Superman. Son malos tiempos para la lírica y lo digo porque recordando los films donde lo encarnaba Christopher Reeve con ese sentido del humor y esa inocencia, esta nueva versión no tiene nada que ver. La dirige Zack Snyder el hombre behind the camera en 300 y THE WATCHMEN, que estaban muy bien la verdad y la produce Christopher Nolan que puede hacer lo que quiera en Hollywood después del éxito de la última trilogía de BATMAN.
Hay que reconocer el talento artístico y la belleza del film pero se han puesto tan transcendentes y trágicos con el personaje que desde niño sufre mucho por ser diferente, que resulta todo un poco cargante…hay quien dice que hay una lectura gay en lo de permanecer oculto sin revelar el gran secreto que le atormenta. En fín, lo mejor es disfrutar del protagonista Henry Cavill, del que ya hemos hablado en alguna ocasión y que le da un empaque al traje de héroe como nunca se había visto y los secundarios como Russell Crowe, Amy Adams o Kevin Costner.
Of course la artillería pesada se guarda para el final con la destrucción, una vez más, de la mítica Metropoli (que es Nueva York) y los efectos especiales son de quitarse el sombrero o en este caso la capa.
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