STOP BULLYING: BULLYING HOMOSEXUAL ¿SE LE PUEDE PONER FIN? Una semana más, Lorena de Rise from The Ground, nos trae una nueva entrada de su sección STOP Bullying. Esta semana hablamos del bullying que sufren las personas del colectivo LGTBI+ y de cómo ponerle fin.
Esta entrada es un poco diferente a las demás, porque se trata más de una reflexión, pero nos gustaría conocer vuestras opiniones al respecto y vuestras historias si habéis sufrido (o sufrís) algún tipo de acoso en el instituto por pertenecer a la comunidad LGBT+. Recordad que podéis encontrar a Lorena en Twitter, Facebook, www.risefromtheground.wordpress.com y risefromtheground@hotmail.es
A pesar de que hemos conseguido avanzar mucho en los últimos años con lo relacionado a la orientación sexual de cada individuo, aún hay quien mira mal a aquella persona que se declara abiertamente homosexual. ¿Por qué? En esta entrada me gustaría hablaros un poco sobre este tema, centrándonos en la base de las nuevas generaciones, los que hacen avanzar a nuestra sociedad: los niños y jóvenes.
Bien es cierto que lo más pequeños son muy importantes para generar cambios en el futuro: con una buena educación, una motivación y fuerza de voluntad pueden llegar a cambiar muchas de las cosas que hoy en día están muy mal. Sí, habéis leído bien: se puede. Pero, de igual manera, si la ecuación no es del todo buena o tiene malos modelos de conducta, puede que todo siga igual o que incluso retroceda.
“El acoso escolar a los jóvenes que manifiestan conductas homosexuales es tres veces superior que el que padecen el resto de los niños y adolescentes en las escuelas o institutos españoles.”
El bullying homosexual consiste en lo que ya conocemos como acoso escolar (cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado) pero destinado especialmente a “molestar” a su/s compañero/s por ser homosexual. Y yo me pregunto, ¿cómo puede un niño de diez años decir que ser homosexual es algo que está mal? ¿Cómo puede estar tan seguro de que ser gay o lesbiana es un error, una “enfermedad”, y que el hecho de que él sea heterosexual no lo sea? ¿Cómo sabe si quiera que él mismo no es homosexual?
Ahí es donde entra la educación. Creo que los niños no nacen siendo “malos”, no nacen siendo acosadores, no nacen siendo racistas, ni homófonos, ni machistas o feministas… Se les enseña a serlo. La educación y el ejemplo que ven en sus padres, familiares y profesores, sobre todo durante su infancia, periodo en el que el niño está aprendiendo y absorbiendo todo tipo de conocimientos, es un pilar básico para formar su personalidad. Si en casa ve que cada vez que van a un supermercado, van a la única caja en la que el dependiente no es extranjero; si ven que cada vez que una pareja homosexual aparece en televisión o por la calle, sus padres le tapan los ojos; si ven que sus padres se burlan de ciertos tipos de comportamiento… ¿qué esperan que hagan sus hijos? Y lo que es peor, ¿cómo están tan seguros de que así se garantiza que su hijo/a no resulte ser homosexual? No funciona así.
Parece ser que, en la mayoría de los colegios e institutos, cuando uno de sus alumnos/as se declara gay o lesbiana o piensan que puede serlo, se les pone la cruz. A partir de ese momento, se convierte en el payaso de la clase, el objeto de burlas… Pero no queda ahí, pues hay casos tan extremos como agresiones físicas que lejos están de ser una broma por el simple hecho de ser homosexual. Un estudio revela que los jóvenes y adolescentes pertenecientes al colectivo LGBT+ tienen muchas más posibilidades de intentar o llegar a cometer un suicidio.
Los medios de comunicación y la cultura también son muy importante a la hora de educar a los niños. Para leer el artículo completo, lo podéis hacer pinchando aquí.
Fotografías publicadas por deaquialpans.wordpress.com
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