El turismo gay, una industria en auge. Representa el 10% del flujo mundial de viajeros y se ha convertido en un segmento codiciado por empresas y destinos. Buenos Aires, acaba de ser la sede de la VII conferencia internacional sobre el sector, según publican en la página web lanacion.com.ar
Está la imagen del chico cool sin remera, abdominales bien marcados, bailando al ritmo de música electrónica. Y están aquellas otras: la de una familia con dos padres o dos madres, de vacaciones en un crucero; la de una pareja del mismo sexo entrada en años, disfrutando de un trago; la de dos hombres tomados de la mano en una playa, lejos de ostentar cuerpos de atleta.
Adivinen con qué foto se identifica la mayor parte de la comunidad gay.
"Son muchos los estereotipos en relación al gay y el turismo no escapa a la regla", dice Pablo De Luca, organizador de Gnetwork360, la conferencia internacional de marketing y turismo LGBT, que se celebró la semana última en el Alvear Art Hotel, y cuyo espíritu fue justamente romper con varios de estos estereotipos.
"Así como no nos identificamos con el flaquito sin remera, urbano y cool, también queremos desmitificar la imagen del gay superpoderoso, rico y culto. Somos como la media de la sociedad, sólo que disponemos de manera diferente de nuestro tiempo y dinero", agrega De Luca, también presidente de la Cámara de Comercio Gay Lésbica Argentina (Ccglar) y en pareja desde hace 11 años con Gustavo Noguera, vicepresidente de la Ccglar (aunque ambos mantienen sus trabajos en una empresa textil y en una compañía de cosméticos, respectivamente).
Que no todo el turismo gay es de alta gama es algo en lo que insiste De Luca. "No es que gastamos más que el heterosexual, sino que viajamos más."
De hecho, de ser un grupo desconocido y prácticamente exótico de consumidores, el turismo LGBT ha pasado a tener una relevancia y un peso innegable en el mundo de los viajes, moviendo más del 10% del volumen de turistas a nivel mundial. O, lo que es lo mismo, unos 150 mil millones de dólares al año (lo mismo que Estados Unidos y Alemania juntos, segundos y terceros emisores de turistas en el mundo, detrás de China). Y es más: mientras el crecimiento del turismo en general fue del 3% en 2013, el turismo LGBT alcanzó el 9,7%, según cifras del World Travel and Tourism Council.
Fue justamente al darse cuenta del tremendo potencial que ofrece este segmento del mercado en materia de viajes, que Pablo y Gustavo decidieron organizar un primer evento, allá por 2007.
"Era más una especie de cóctel y networking que de conferencia. Decir ronda de negocios sería pretencioso. Invitamos unas 40 o 50 empresas, y vinieron 220. Ahí nos dimos cuenta de que había mucho interés", recuerda De Luca.
Así, la cosa fue creciendo año a año, a puro pulmón. En esta séptima edición se registraron más de 2000 participantes, desde guías de turismo hasta megaempresas como Delta Airlines, y 48 conferencistas. Además, la conferencia ya cuenta con el auspicio tanto del Ministerio de Turismo de la Nación (a través del Inprotur) como del Ente de Turismo de Buenos Aires.
Conocer las tendencias de este segmento de mercado, compartir experiencias exitosas, seguir las estrategias de comunicación LGBT aplicadas a tecnología y redes sociales o presentar destinos de más de 15 países fueron algunos de los temas que se abordaron en las tres jornadas de capacitación del encuentro, que concluyó este viernes y tuvo carácter gratuito.
Encuentro que, vale destacar, en algunos casos trascendió el turismo gay. "En 2013 asistió una representante de turismo religioso -ilustra De Luca-. Porque aunque parezca que el turismo gay y el turismo religioso van por caminos diferentes, el hecho es que se puede aprender del trabajo de promoción turística de cualquier segmento."
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