Mirada a un mundo superficial, o lo que es lo mismo, el mundo de la baja autoestima; ese mal que nos afecta a muchos (y sí, me incluyo). De hecho yo diría que nos afecta a todos.
Si eres feo, gordo o bizco ya se encargan los demás de que lo sufras.
El físico lo es todo. Puedes ser un “hijo de puta”, que con una cara bonita o un buen cuerpo siempre encontrarás a alguien que te adore.
Eso nos obliga a actuar delante de la sociedad, y a aparentar algo que no somos.
Luego toca volver a tu casa, encerrarte en tu habitación y llorar...
Y si eres alto, guapo y atractivo, te encargaras tu mismo de enfermarte, y de pensar que lo más valioso que posees es tu físico. Lógicamente los demás te acabarán dando la razón. Te llamarán guapo sin parar, se acercarán a ti para ligarte y te subirán el ego hasta que te creas un Adonis.
Pero ¿Te preguntarán cómo estas? Probablemente no. ¿Les interesarán tus sueños y frustraciones? Si es para llevarte a la cama y besar tus hermosos labios, sí...
Pero para qué engañarse, eres sólo un físico... Y el problema llega cuando uno mismo acaba por creérselo.
¿Qué ocurre cuando te rechazan? Que todo lo que eres se reduce a los escombros de un físico que te ha fallado, y una personalidad que a esas alturas no vale nada. O eso te han hecho creer y tú, estúpidamente, has caído en la trampa.
Es muy triste sospechar que quien te ama te abandonaría si descuidases tu imagen. Eso es aceptar de entrada que no te quieren, y que eres sólo el envoltorio de un producto que a nadie le importa.
Pero si has llegado a este punto, la culpa es TUYA, y sólo tuya. Eres culpable de entrar en ese mundo frío y superficial olvidándote de quién eres realmente. Y culpable de creer que un espejo refleja todo lo que vales. Ahora eres absolutamente vulnerable a las envidias, y a este mundo frívolo y cruel.
Como dije en un artículo anterior: “Con el paso de los años uno se acaba dando cuenta que la sinceridad es la mejor arma para moverse por el mundo. Y hablo de decir la verdad siempre y cuando se pueda sacar algún provecho de ella, no de la crueldad que muchos practican excusándose en decir las cosas a la cara… Pues mira, a mi llámame o piensa lo que quieras, pero a la espalda, que uno ya tiene bastantes complejos como para tener que oír opiniones dolorosas que no ha pedido… “
Así que sólo queda dar marcha atrás, y volver a conocerte a ti mismo. No por fuera, que seguramente estés cansado de mirarte al espejo y recrearte en tus fotografías. Mira el interior, que aunque suene a “mariconada Disney” te aseguro que es lo que realmente importa. El físico sólo complementa a la persona. Es más, si tiene alguna utilidad es la de ser la imagen del alma, sencillamente.
¿Dónde ha quedado la naturalidad, y el amor hacia eso que precisamente es lo que nos hace especiales? Disfrutar de las marcas del tiempo, disfrutar de la comida sin miedo a engordar y que te rechacen. Simplemente vivir felices, ser sencillos, aceptar lo que somos y lo que tenemos...
¿Hay algo más auténtico que salir a la calle para comprar el desayuno con chanclas y calcetines, y las arrugas de las sábanas aun marcadas en la cara? A mi personalmente esas son las cosas que me enamoran de alguien, muy por encima de una imagen siempre perfecta, o del tamaño de sus bíceps: la seguridad en sí mismo, y la sencillez.
¡Es tan poco atractivo alguien que mientras folla cuida que la postura le resalte los abdominales!
Y tan patético que te baste una crítica a una foto para borrarla al minuto...
Hoy este mensaje, aunque espero que os sirva a muchos, va especialmente destinado a una persona: A MI MISMO. La inseguridad ha sido algo que me ha limitado siempre, casi desde pequeño, y encontré en el físico un escudo, un arma para conseguir confianza...
Pero quien realmente soy es el chico que se entretiene escribiendo, jugando con mis sobrinos, o simplemente tirado viendo la televisión. En esos momentos no me preocupa nada, y no me fijo ni en si sigo con la legaña pegada al ojo... Posiblemente en esos momentos no pareceré el chulazo que muchos se empeñan en ver... porque realmente no lo soy. Como siempre he dicho: “tengo alma de feo”; y sólo si eres capaz de enamorarte de ese chico “del montón” que disfruta del campo y de reírse de todo y todos, te estarás ganando un amor real.
Así que, tomar nota y aplicaros el cuento.
A cuidarse y quererse mucho (feos o guapos, menos las malas personas, todos hemos nacido para ser felices) ��?
Y os dejo con unas citas sobre este tema del amor propio y el mundo superficial.
Desde ahora me gustaría terminar todos los artículos de esta manera, con estas frases cortas pero tan llenas de contenido que son capaces de representar esa “bofetada” motivadora que muchos necesitamos.
¡¡TE ANIMO A QUE COMPARTAS TAMBIÉN LAS TUYAS!!
“Somos lo que hacemos día a día. De modo que la excelencia no es un acto, sino un hábito”
Aristóteles
“No conozco la clave del éxito pero la clave del fracaso es tratar de complacer a todo el mundo.”
Woody Allen
“Todos sabemos que la autoestima viene de lo que tú piensas de ti mismo, no de lo que los demás piensan de ti.”
Gloria Gaynor
“Nunca dejes a nadie en el mundo decirte que no puedes ser exactamente quien tú eres.”
Lady Gaga
“El único fin de la vida consiste en ser lo que somos y llegar a ser lo que somos capaces de ser”
R.L.Stevenson
“Si quieres a alguien por su belleza, no es amor, es deseo. Si quieres a alguien por su inteligencia, no es amor, es admiración. Si quieres a alguien porque es rico, no es amor, es interés. Si quieres a alguien y no sabes porque, eso es Amor”
Anónimo
Dibujos por Jesús Benitez.
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