Para algunos puede ser una aberración el hecho de que dos mujeres (o dos hombres) traten de realizar un enlace según el ritual de la Iglesia Católica. Entre las personas que así piensan están tanto los reaccionarios y conservadores heterosexuales como algunos de los grupos radicales del colectivo LGTB. No hay que olvidar que en este país, y por extensión en una gran parte de Europa, es la religión cristiana de las diferentes iglesias y comunidades la que ha ido impregnando y formando a las conciencias y a la sociedad durante muchos años. Sin entrar a discutir en los fundamentos de esta religión, las escisiones y las diferentes variantes, todas ellas han moldeado una forma de sentir y han creado un conjunto de ritos de paso y de aceptación en la sociedad que no se pueden obviar tan fácilmente.
Uno de ellos es el rito del matrimonio, de la unión de dos personas para formar una familia. Para algunas de estas personas, la idea de un matrimonio está íntimamente relacionada con la de un ritual en una iglesia, con toda la pompa y simbolismo que se encierran en esta ceremonia. Algunas personas LGTB, que por su formación, por su ideología o por otras circunstancias desean realizar esta unión de manera pública y en el entorno de su comunidad de creyentes, se encuentran con muchas dificultades.
Son pocas las iglesias y comunidades que aceptan plenamente el matrimonio homosexual, y entre ellas no se encuentra la iglesia católica. ( http://nosgustas.com/Articulos/2859-iglesia-inclusiva-para-homosexuales-en-mexico.html ) Sin embargo, dentro de este conjunto, existen personas y colectivos que apuestan por otro tipo de iglesia, más humana, más cercana a las realidad socio-políticas de nuestra sociedad. Es el caso de la denominada iglesia de base. En este movimiento, los homosexuales, los curas casados, las mujeres con aspiración al sacerdocio, y en definitiva aquellas personas que buscan una alternativa a la jerarquía de la iglesia católica, pueden encontrar un ambiente más cercano a sus necesidades de creyentes y en donde poder expresar su amor en libertad.
Volviendo al tema del matrimonio bajo un ritual cristiano, la historia siguiente tiene como protagonista a dos mujeres. Se conocieron en una de las reuniones que sobre religiosidad se organizaba en un colectivo LGTB de Madrid. Allí conectaron y como todo noviazgo, tuvieron sus más y sus menos, aderezado todo ello con los conflictos que la religión o la jerarquía habían creado en sus vidas. Tuvieron la suerte de conocer a personas de los movimientos alternativos de la iglesia católica, en donde pudieron expresar sus temores, sus ilusiones y vislumbrar un rayo de esperanza en sus corazones. Por fin se decidieron a dar el paso, y por medio de una cadena de conocidos, amistades y compañeros de la fe, encontraron una iglesia en la zona sur de Madrid. Como este rito tenía para ellas una especial importancia, lo prepararon a conciencia, y rebuscaron entre las páginas del libro de Boswell aquellos ritos que estaban en desuso y que hacían referencia a las uniones de personas homosexuales en la tradición de algunas iglesias. Gracias a la relación de amistades, tuvieron la suerte de contar con un altar en el que estar presentes, en el que poder ser las protagonistas del acto que se realizaba. Tuvieron la suerte de repartir el pan y el vino, como símbolo de la nueva familia que formaban y entre los presentes se preparó una cadena de pañuelos en los que recordar este momento.
Para estas dos mujeres, ese día fue significativo pues se encontraron con el respaldo de su comunidad y se sintieron fortalecidas para seguir en su camino del día a día.
Con esta historia me ha gustado reflejar la diversidad que existe dentro del colectivo LGTB en lo que a modos de vivir la vida. Lo peor que puede pasar es que una forma de pensamiento trate de anular completamente a otras, sin tener en cuenta la necesidad de expresar los sentimientos y de mostrar la diversidad afectiva, política, religiosa y cultural que existe en nuestra sociedad.
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Podriais ser mas neutro (inclusivos) dejandolo e IGLESIA sin apellidos
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