Hace un mes este sacerdote de la Iglesia Metodista Episcopal Africana fue declarado hereje por su defensa en las redes sociales de la comunidad LGTBI y promulgar por tanto una visión mucho más abierta de la Biblia.
Klaas, de 49 años, está convencido de que detrás de la decisión de la cúpula de su iglesia está su apoyo al LGTBI: “No lo pusieron por escrito, pero en la reunión con el comité [de eficiencia ministerial] que presentó mi caso me informaron de que el motivo es mi defensa de la comunidad queer [no heterosexual]”. Aunque el obispo de su congregación Paul Kawimbe lo niega, Klaas tiene indicios y una grabación de audio del comité en el que se le achaca "tratar con el LGTBI". Según el sacerdote, la comisión religiosa que confirmó su sentencia fue engañada por el obispo: “Me han expulsado sin juzgarme y sin saber por qué en mi iglesia me declaran hereje. Todo mi pecado ha sido manifestar preguntas teológicas sobre el problema de la exclusión de la comunidad LGTBI. No existe ninguna ley religiosa que lo impida”.
Sudáfrica es uno de los países más avanzados en cuanto a legislación proderechos LGTBI. Su constitución —promulgada en 1996, después la caída del apartheid— fue la primera del mundo en rechazar explícitamente la discriminación por orientación sexual. En 2006, Sudáfrica se convirtió en el primer país africano en legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo. Sin embargo, en la práctica todo resulta mucho más complicado. Según cifras de un estudio realizado en 2016 por Out LGTB Well Being, el 41% de las personas LGTBI sudafricanas conocían a alguien que fue asesinado por su orientación sexual o identidad de género. No hay cifras sin embargo de este tipo de muertes, debido a que la ley sudafricana no distingue entre los crímenes de odio contra la comunidad LGTBI y las violaciones o asesinatos comunes. El activista Mmapaseka Steve Letsike, activista y copresidenta del National Task Team, un organismo gubernamental creado en 2011 tras la alarma social por los delitos de odio, asegura que elDepartamento de Justicia sudafricano está tratando 45 casos de violencia contra personas LGTBI.
Teboho Klaas forma parte de una generación de religiosos cristianos formados durante la dictadura del apartheid, jóvenes seminaristas que vieron sus estudios atravesados por la lucha social: “Crecí expuesto a la desigualdad, así que mientras estudiaba iba a muchas protestas”. Cuenta que el movimiento contra la opresión racial fue la “génesis” de su compromiso con la comunidad LGTBI: “Si la constitución favorece la no discriminación, ¿cuál es el llamado de las iglesias que rechazan a las personas debido a su identidad, género u orientación sexual?”.
Durante años, Klaas estuvo vinculado al Instituto de Teología Contextual y dirigió campañas de prevención de la violencia. Debido a su trabajo en la ONG The Other Foundation y a su actividad en Facebook, Klaas se ha convertido en una voz incómoda para la doctrina que sigue repudiando a la comunidad LGTBI: “Las iglesias sudafricanas fueron capaces de leer la Biblia desde una perspectiva de liberación, ¿por qué ahora no existe el mismo espíritu?”, cuestiona. “El odio es el resultado de un uso literal de la Biblia para justificar una ideología anclada en el pasado, pero Dios se manifiesta continuamente”.
Para leer el artículo completo publicado por la página web msn.com firmado por Alba Muñoz, pinchad aquí.
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