"Jóvenes Inocentes" de David González es el Saló (120 días sodoma) del siglo XXI.
La novela de David González, Jóvenes Inocentes, es una feroz crítica a la trata de blancos, a la corrupción, la pederasta, la hipocresía y los bajos fondos.
A lo largo de sus más de cuatro cientas páginas el relato nos sumerge en un mundo oscuro y perverso donde todo tiene un precio, especialmente la juventud y la belleza.
Adolescentes secuestrados, una investigación policial que acabará destapando los peores trapos sucios del gobierno, violaciones y torturas perfectamente detalladas que parecen escritas por alguien que las ha vivido en persona y una muy fuerte carga morbosa con escenas de sexo homosexuales y algunas también heterosexuales.
La novela es sumamente dura, quizás nos encontramos ante una de las novelas más fuertes escritas en las últimas décadas, con escenas que te obligan a parar de leer con un nudo en el estómago y pueden recordar alarmantemente a los textos del Marqués de Sade que tanta polémica creó en su tiempo.
Sin embargo, detrás de toda esa fachada de sangre, morbo sexual, adolescentes varones jóvenes y hermosos a los que les pasa ciento y la madre, y personajes enfermos que son odiosos, hay un escritor muy inteligente que escupe crítica social en sus diálogos
Ya hay una adaptación a cortometraje en camino de la mano del propio autor, quien batalla por la película a gran pantalla.
¿Hará tanto ruido como en su momento lo hizo Saló?
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