La economía rosa busca su espacio en el mundo. La economía y los negocios tienen diversa forma y consiguen cualquier nicho para desarrollarse
(Las preferencias sexuales han sido centro del debate sobre todo cuando se salen del molde de lo aceptado tradicionalmente, sin embargo el mercado ha sido una de las llaves que aflojado estas tuercas de la intolerancia.
La denominada economía rosa, que no es más que la capacidad adquisitiva de un segmento importante de la población conocida como comunidad Lgbt (Lesbianas, Gays, Bisexuales y Transexuales) es mirada como una fuente importante de ingresos y que abre posibilidades de negocios en todo el planeta.
En buena parte del mundo occidental, este sector de la población tiene un poder consumo importante ya que por definición sus gastos fundamentales son destinados a sí mismos ya que no tienen hijos y sus hábitos pueden reservar más recursos.
En muchos casos la economía rosa trasciende a actividades asociadas a este grupo social como lo es la decoración, el maquillaje, la moda y el mundo de los juguetes sexuales.
Ya no es extraño ver como gerentes de grandes compañías, deportistas de alto rendimiento reconocen públicamente sus preferencias sexuales alejadas de los cánones tradicionales.
Mirando hacia el oriente vemos como China viene mostrando un dinamismo económico que la ha colocado a competir por el sitial de honor frente a los Estados Unidos y los demás países del Grupo de los 8. Esto ha provocado que la nación con la mayor población del mundo también abra sus puertas al mercado “pink”.
Se estima que las ganancias producidas por los negocios de este segmento de la población china generan unos 300 mil millones de dólares al año.
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