Hace cuarenta años la prensa comenzó a hablar sobre el SIDA, y la necesidad de buscar una explicación y un culpable a esta enfermedad, frente a los comentarios culpabilizando a la propia administración estadounidense, consistió en ofrecer un nombre, Gatan Dugas, un auxiliar de vuelo, a quien se le declaró el "paciente cero", o lo que es lo mismo, el primer enfermo de VIH de la historia, y quién propagó, gracias a su trabajo, la pandemia por medio mundo.
Lo cierto es que el adjetivo de "paciente cero" no es aceptado mayoritariamente por los médicos, ya que cualquier propagación de una enfermedad se dá por multitud de canales, y asegurar que hubo un primer paciente (que lo habrá) con nombre y apellidos es poco menos que imposible.
De esta manera, el nombre del pobre Gatan Dugas se limpia cuatro décadas después.
Fotografia por brazilianpress.com
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