“Las cartillas de diversidad de género no vuelven homosexual a nadie”. Así lo señala Érik Prieto, un estudiante gay que cursa grado 11 en Ibagué
El Niño Jesús de Praga es un colegio público de Ibagué, la ciudad musical de Colombia y funciona desde hace aproximadamente 25 años. Tiene dos jornadas: en la mañana bachillerato y en la tarde primaria, y es uno de los pocos colegios que trabaja con personas en condiciones de discapacidad, en este caso, con pérdida de la capacidad auditiva. Actualmente, la institución tiene cerca de 76 estudiantes sordos y para ello, cuentan con la labor de algunos intérpretes.
Uno de los temas más controversiales en los últimos tiempos y del cual el colegio Niño Jesús de Praga no escapa, es sin lugar a dudas lo relacionado a las cartillas de diversidad de género que realizó el Ministerio de Educación, con el objetivo de incluirlas en los Manuales de convivencia de los distintos colegios Colombianos.
“Ambientes escolares libres de discriminación”, es el nombre de las cartillas de diversidad de género que empezaron a circular por las diferentes redes sociales y que causaron un revuelo en la sociedad Colombiana dividiéndola en dos, los que se encuentran a favor y los que están en contra. Lo que ha causado tanta polémica es que se filtraron dichas cartillas con imágenes de carácter pornográfico, que según la ministra Gina Parody, fueron toda una manipulación y que eran solo un documento técnico que aún no había sido aprobado por el Ministerio de Educación.
Frente a este tema, Erik Prieto manifiesta que los manuales de convivencia son algo complejo. El tema del cabello largo en los estudiantes hombres, es uno de los ítems más comunes en los diferentes manuales de convivencia de las instituciones educativas. ‘’Adoro mi cabello largo, me lo quiero tinturar y todo pero no me dejan. ¿Por qué? Si el que va a estudiar soy yo, no mi cabello, no mi jean entubado, o el tatuaje o el piercing’’, declara el joven Prieto.
Teniendo en cuenta lo manifestado en los diferentes medios nacionales y locales, las cartillas de diversidad de género, son el resultado de una orden dada al Ministerio de Educación por parte de la Corte Constitucional mediante la sentencia T-478 del año 2015, en la que se dicta que es obligación examinar los manuales de convivencia de los distintos colegios nacionales para prevenir la existencia de casos como el del joven Sergio Urrego de 16 años, quien se suicidó por ser víctima de discriminación ligada a su orientación sexual en el colegio Gimnasio Castillo Campestre en la ciudad de Bogotá.
De acuerdo con una entrevista realizada a Marcela Sánchez, directora de Colombia Diversa por parte de la FM, el contenido de las cartillas está relacionado a preguntas orientadoras en las que se proponen situaciones o dudas que podrían estar afrontando o a las que se podrían enfrentar las distintas instituciones educativas y que además, da la posibilidad de reconocer problemáticas relacionadas a la vulneración de los derechos o inconsistencias en los manuales de convivencia.
Erik Prieto, manifiesta que le parece bien que estén implementando la nueva ley, ‘’porque hay gente que no sabe qué es ser homosexual, ni transexual, ni travesti. Acá solo usan términos peyorativos como la marica, la lesbiana, la arepera, la loca. Además, muchos no saben qué es la transfobia’’.
Orlando Hernández, Coordinador del colegio Niño Jesús de Praga, afirma que ‘’hay un problema grandísimo referente al tema de la mal llamada ‘’ideología de género’’, y es un problema cultural, hay que aprender a ser persona’’. La institución educativa tiene como lema ‘’Contribuimos a la inclusión social’’, y referente a esto, el Coordinador plantea que ‘’todos estamos lejos de la inclusión. En Colombia, la gente está hablando de inclusión con diferencias y la inclusión no es con diferencias, es con igualdades’’. Además, declara que en el país la inclusión que se da es exclusiva.
Existen muchos otros jóvenes en la situación de Erik, el cual expone que la lucha ha sido ardua porque compañeros y profesores han querido humillarlo por condiciones de su orientación sexual. ‘’Las problemáticas de la institución no deberían verse reflejadas en castigos sino en las soluciones. Los manuales de convivencia están enfocados en cómo reprimir a una persona’’, declara Erik. Para él, la solución en primera instancia es el diálogo. Una de las cosas que más ha criticado de la comunidad gay, es el por qué se victimizan, ‘’hay algunos que yo conozco y piensan que por todo les hacen bullying’’, dice.
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