OBSERVATORIO CONTRA LA LGBTFOBIA SE PERSONARÁ COMO ACUSACIÓN POPULAR EN EL SUICIDIO DE DIEGO PARA ESCLARECER UNA POSIBLE HOMOFOBIA EN SU ACOSO ESCOLAR
Pedimos a las administraciones locales, autonómicas y nacionales un Protocolo Específico contra el acoso escolar por motivos de orientación sexual o identidad de género.....
El Observatorio Español contra la LGBTfobia (STOPLGBTFOBIA) muestra su consternación por la supuesta existencia de acoso homófobo entre las causas que llevaron a Diego, un niño de 11 años de Leganés (Madrid) a suicidarse el pasado 14 de Octubre para no tener que volver a la escuela porque no soportaba la exclusión social y el acoso al que era sometido en su centro escolar como indican los testimonios publicados en los medios de comunicación.
Según Valeria, una ex compañera de 12 años de la misma clase en el centro escolar, que acabó también cambiándose de centro escolar, era acosado con insultos como “soso, maricón, empollón de mierda”, y denuncia el silencio y la pasividad del centro, incluso recibiendo amenazas para no denunciar la situación.
El Observatorio contra la LGBTfobia ante los nuevos testimonios aparecidos en los medios de comunicación por parte de compañeros del centro escolar que denuncian además de la pasividad del centro y su dirección, posibles insultos homófobos como los provocadores de esta lamentable desgracia, se personará como acusación popular contra el centro concertado religioso “Nuestra Señora de los Ángeles” de Leganés, a fin de aclarar las causas del acoso y las responsabilidades que puedan aparecer durante la investigación y procedimiento judicial.
“Hay un evidente componente de acoso escolar homófobo que bien no fue detectado por el centro educativo o no fue debidamente tenido en cuenta por la inspección escolar. Existe una plausible responsabilidad subsidiaria tanto del tutor de la clase de Diego, del director del centro educativo, así como por parte de la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid, a quienes tenemos intención de citar en el proceso judicial para establecer su grado de participación o de ocultación de elementos indicidiarios ante la familia que hubieran podido evitar lo sucedido”, declara Paco Ramírez, director del Observatorio.
“Algo está fallando en nuestros centros escolares cuando el acoso escolar por motivos de orientación sexual e identidad de género ha provocado varios casos mediáticos en los últimos meses, como el caso de Alan, el chico transexual de 17 de años de Rubí (Barcelona). Muchas veces la causa última del acoso por motivos de LGBTfobia suele estar oculta ante la familia y los profesores, porque los jóvenes no lo denuncian por miedo o vergüenza, o porque incluso no han llegado a la fase de autoaceptación que todas las personas LGBT solemos atravesar. La LGBTfobia no implica necesariamente que las personas que lo sufren sean LGBT, sino sólo que otras personas lo crean o lo utilicen para insultar, acosar y humillar”, explica Paco Ramírez.
“Según el estudio Cisneros X, el 25% de los alumnos de Educación Primaria y Secundaria sufren diariamente algún tipo de acoso escolar tanto física como psicológicamente, y el porcentaje de personas LGBT como víctimas de acosos es elevado, conociendo además a través de diversos estudios que el porcentaje de jóvenes LGBT que se suicidan es mucho más elevado que el resto de la población. Por ello desde el Observatorio STOPLGBTFOBIA pedimos a las administraciones locales, autonómicas y nacionales un Protocolo Específico contra el acoso escolar por motivos de orientación sexual o identidad de género. Se trata de un problema grave e importante que exige una respuesta integral y especializada que involucre tanto a padres, como profesores, alumnos y especialistas. Necesitamos Protocolos que doten a padres y alumnos de herrramientas eficaces para diagnosticar de forma temprana el acoso y actuar con rapidez y contundencia para atajarlo. Tenemos que proteger a las víctimas y sancionar adecuadamente a los responsables, tanto acosadores (sean menores o no), como a profesores y responsables de centros educativos”, continúa Paco Ramírez.
“Las nuevas tecnologías están provocando un tipo de acoso cibernético que es ignorado o débilmente combatido, ya que el presunto anonimato de los responsables dan alas a la impunidad en las redes sociales, además de que las administraciones y centros educativos siguen creyendo que lo que pase fuera de los centros escolares no les incumbe. El sistema está fallando y debemos ser partícipes del cambio de la realidad actual y luchar de forma efectiva también contra el acoso cibernético y la promoción del discurso del odio en las redes sociales”, finaliza Ramírez.
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