Hoy se celebra el Día Internacional de Conmemoración en memoria de las víctimas del Holocausto.
La homosexualidad de los gais era ilegal en la Alemania bajo el artículo 175 del Código Penal. Sin embargo, existía una tolerancia en Alemania hacia los homosexuales tras de la República de Weimar (después de la Primera Guerra Mundial). Los nazis, en cambio, quisieron eliminar de Alemania el “vicio” de la homosexualidad y de esta forma ayudar a ganar la lucha racial. De esta forma, una vez llegaron al poder en 1933, intensificaron la persecución hacia los hombres homosexuales alemanes. Los nazis creían que los homosexuales eran hombres débiles y afeminados que no podían luchar por la nación alemana. Veían a los homosexuales como gente que probablemente no produciría hijos y no contribuiría a aumentar la tasa de natalidad alemana: sostenían que la homosexualidad fuera un peligro para la raza.
El jefe de las SS Heinrich Himmler dirigió la persecución de los homosexuales en el Tercer Reich. Las lesbianas no se consideraban una amenaza a las políticas raciales de los nazis y en general, no fueron objeto de persecución.
El 6 de mayo de 1933, estudiantes dirigidos por las SS entraron en el Instituto para la Ciencia Sexual en Berlín y confiscaron la excepcional biblioteca. Cuatro días después, la mayoría de esta fue destrozada junto con miles de otras obras de literatura “degenerada” en la quemazón de libros en el centro de Berlín. Los materiales que quedaron nunca fueron recuperados. Majdanek, fundador del instituto, decidió no volver a Alemania.
El 28 de junio de 1935, el Ministerio de Justicia modificó el artículo 175 del Código Penal. Las revisiones proveyeron una base legal para extender la persecución de los homosexuales. Los oficiales del ministerio ampliaron la categoría de las “actividades indecentes criminales entre hombres” al incluir cualquier acto que podría ser interpretado como homosexual. Los tribunales luego decidieron que bastaba hasta la intención o el pensamiento.
El 26 de octubre de 1936, Himmler formó dentro de la Policía de Seguridad, la Oficina Central del Reich para Combatir el Aborto y la Homosexualidad. La policía tenía el poder de tener en custodia protectiva o arresto preventivo a los considerados peligrosos a la fibra moral de Alemania, y podía encarcelar indefinidamente, sin juicio, a quienes quisieran.
El 4 de abril de 1938, la Gestapo anunció una directiva indicando que los hombres condenados por homosexualidad podrían ser encarcelados en campos de concentración. Entre 1933 y 1945 la policía arrestó aproximadamente 100.000 hombres como homosexuales. La mayoría de los 50.000 condenados por los tribunales pasaron tiempo en prisiones regulares, y entre 5.000 y 15.000 fueron internados en campos de concentración.
Algunos homosexuales estaban internados equivocadamente bajo otras categorías, y los nazis los calificaban intencionadamente mal a algunos.
Para terminar de leer el artículo publicado en el interesantísimo blog "1 de cada 10", publicado en la página web 20minutos.es, pinchad aquí.
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