A pesar de que ya estábamos en pleno mes de Octubre aquella tarde de sábado hacía bastante calor así que salí a la calle con bermudas y camiseta de tirantes. Eso me permitía lucir mi cuerpo de gym, fibrado y aun ligeramente bronceado con el que tenia problema en ligarme a cualquier tía que se me pusiera a tiro.
Me dirigía a casa de Luis, un compañero de universidad, que al igual que yo compartía piso de estudiantes. En el que caso de Luis con su primo Rafa.
Su primo y yo nos solíamos meter con el apodándole “El Niño” por ser mas pequeño que nosotros, tiene 19 años, a pesar de que nosotros solo tenemos 22. Y por ser más bajito, media apenas 170 frente a los más de 180 que medimos su primo y yo.
Al llegar a su piso me abrió la puerta Rafa que me saludo con un efusivo “hola carlitos” y me daba un fuerte abrazo, sabiendo lo poco que me gustaba que me llamaran así.
Rafa iba vestido solo con unas chanclas y un pantalón de boxeador. Debía estar haciendo ejercicio porque su piel estaba reluciente debido al sudor. Se dio la vuelta para volver a su habitación mientras me iba contando que su primo había ido a comer a casa de su novia y que no tardaría mucho en regresar. Mientras me iba hablando yo le seguía pudiendo apreciar su fuerte cuerpo. Aunque mas bajito que yo estaba mucho mas musculado, con unos fuertes y voluminosos brazos y pectorales. También podía presumir de una ancha espalda con forma de V que terminaba en un pequeño, aunque seguro que bien duro trasero.
Al llegar a su habitación se puso delante de un gran espejo y empezó a levantar pesas presumiendo de su cuerpo mientras íbamos charlando.
Como había un ejercicio que no acababa de ejecutarlo correctamente me ofrecí a ayudarlo. Me quite la camiseta y así podía presumir delante de él de mi cuerpo, que aunque no tan voluminoso como el suyo si bien definido sobre todo en la zona abdominal. Me puse detrás de él, con nuestros cuerpos bien pegados, mientras le sujetaba los brazos para que pudiera levantar las pesas de forma correcta. Aunque nunca me había sentido atraído por los tíos, el hecho de tener mi paquete tan cerca de aquel duro culo, su sudoroso cuerpo musculado y que Rafa también era un chaval bastante atractivo hacia que mis casi 20 cm de rabo empezaran a ponerse duros.
Para quitar tensión empece a meterme con Rafa, sobretodo con su altura, aprovechando la situación que mi cabeza sobresalía sobre la suya. A éste no pareció sentarle muy bien, soltando las pesas y saltando sobre mi. Esto me pillo por sorpresa y consiguió tirarme sobre su cama y sentarse sobre mi y me cogía por las muñecas. Empezó una pequeña lucha sobre la cama por ver quien dominaba a quien y nuestros cuerpos estaban bien pegados el uno al otro. En uno de estos movimientos nuestras caras quedaron frente a frente y nuestros labios se rozaron brevemente. En ese momento quedamos los dos como paralizados, mirándonos fijamente y jadeando por el esfuerzo físico realizado. Casi en un acto reflejo los dos nos fundimos en un apasionado beso y nuestros manos pasaron a recorrer nuestros cuerpos explorando cada rincón. Puede apreciar que Rafa también marcaba una buena erección debajo de aquellos pantalones de boxeador.
Yo me animé a quitarme las bermudas y los slips y Rafa hizo lo mismo con su pantalón. Lo que vi me dejo impresionando, a partir de ese momento no le volvería a llamar “El Niño”. Ante mi tenia un pollón mas grueso que el mio y de unos 22 cm, que aun parecía mayor debido a su escasa altura. Rafa pudo notar mi cara de asombro y se sonrió, sabiendo de lo que tenia entre las manos. Se tumbó sobre la cama y empezó a masturbarse lentamente. Yo le imite y me puse a su lado, pajeándonos mientras nos ibas morreando. Viendo que no paraba de mirar su gran polla me cogió la mano y me la llevo hacia su pollón donde empece a sobárselo lentamente. Era la primera vez que tocaba otra polla que no fuera la mía y aquella me tenia como hipnotizado. Rafa lo noto y se aprovecho de ello. Con sus fuertes brazos fue dirigiendo mi cabeza hacia aquel gran pollón y cuando lo tuve a la altura de mi boca me introduje aquel gran capullo. Solo pude tragarme la mitad, debido a su gran tamaño y me falta de experiencia, pero inicie una lenta mamada que parecía gustar a Rafa por sus continuos jadeos y porque no dejaba de guiarme con sus bravos fuertes. Cuando empece a toser debido a que me estaban entrando arcadas al ir tragándome cada vez mas aquel gran tronco me hizo pararme durante un momento.
Mi polla seguía bien dura y ahora era yo quien quería saber lo que se sentía que otro tío se la mamara. Rafa seguía tumbado y yo acerque mi polla a su boca. Aunque al principio parecía negarse a ello, no termino en empezar a abrir tímidamente la boca y empezar a tragarse mi rabo. Aunque no tan grande como el suyo el mio también tenia un tamaño considerable, eso no fue problema para que Rafa se lo tragara casi entero, no se lo tomo con tanta calma como yo y empezó a hacerme una profunda mamada. Joder, nunca me la habían comido así, ahora era yo quien no paraba de jadear y de coger su cabeza para que no parase. Cuando casi estaba a punto de correrme, tal era el placer que estaba experimentando, empezó a sonar mi móvil.
Eso hizo que Rafa parara la mamada y nos sacará de aquel estado de éxtasis en la que estábamos metidos. Fui a buscar el móvil y vi que quien llamaba era mi colega Luis. Conteste intentando disimular mi estado de excitación. Se disculpaba por su tardanza y me avisaba que en unos minutos iba a llegar. Yo le contesté que no se diera prisa que estaba allí charlando con su primo. Al colgar fui directamente a buscar mi ropa y empezar a vestirme. Rafa hizo lo mismo mientras no abríamos la boca en ningún momento. Una vez vestido y sin despedirme me fui hacia el salón para esperar a Luis, pero antes de llegar me di la vuelta y volví a la habitación de Rafa. Este estaba sentado en la cama cabizbajo. Me acerque a él, quien se sorprendió al volver a verme allí. Le levante de la cama y le plante un buen morreo. Este no tardo en responder y devolverme el beso. Me arme de valor y sin importar convencionalismo le dije que me gustaba lo que estábamos haciendo, que lo estaba disfrutando mucho y que me gustaría seguir. Rafa asintió y tímidamente me respondió que a el también le gustaría.
Teniendo en cuenta que su primo estaba a punto de llegar nos pasamos el whatsApp y quedamos que en cuanto pudiera escaparme de su primo podríamos vernos en mi piso de estudiantes, ya que este fin de semana no estaban mis compañeros.
Me volví al salón a esperar a Luis mientras Rafa se quedaba en su habitación.
En cuestión de minutos Luis llego y nos fuimos al centro a realizar unas compras tal como habíamos quedado. Aunque la verdad es que no le hice mucho caso, entre intentar disimular la erección que no se me bajaba y estar pendiente de los mensajes que me mandaba Rafa. Incluido uno donde me mandaba una foto de su pollón empalmado bajo su pantalón de boxeador.
Un par de horas después me pude escapar de mi colega Luis y dirigirme hacia mi piso, mientras le mandaba un mensaje a Rafa diciéndole que ya estaba disponible para reanudar nuestro tórrido encuentro. Mientras le escribía el mensaje estaba preso de multitud de sensaciones; excitado, nervioso, dubitativo, incluso un poco asustado.
Al llegar al piso fui directamente a darme una ducha e intentar calmar un poco los nervios y excitación del que estaba preso en esos momentos.
Al salir de la ducha dude en vestirme o no para recibir a Rafa, al final opte por ponerme unos slips ajustados y una camiseta también ceñida. No era cuestión de recibirlo completamente desnudo y que se asustará de buenas a primeras.
La espera se me hizo eterna pero finalmente sonó el telefonillo de la calle avisando de la llegada de Rafa. Le esperé en la puerta todo nervioso y al abrirla me lo encontré con las manos en los bolsillos y la cabeza gacha, como avergonzado. Le cogí de uno de sus fuertes brazos y le invite a entrar. En el primer momento que levantó la cabeza lo aproveche para besarle, en ese momento cambio su actitud, se relajó y abrazándome bien fuerte me devolvió el beso que se convirtió en un largo morreo.
Nuestros cuerpos ya estaban en acción de nuevo, podía notar ya su gran pollón queriendo escapar de sus bermudas y mis slips tampoco podían disimular mi gran erección. Nos fuimos quitando la ropa mientras nos dirigíamos a mi habitación, donde ya llegamos completamente desnudos dejando restos de nuestra ropa por todo el piso.
Ahora ya con calma, íbamos a reanudar nuestro primer encuentro.
Tumbé a Rafa sobre la cama, deseando volver a saborear aquel gran rabo grueso de 22 cm que calzaba “El Niño”. Esta vez fui a saco, y empece a mamársela intensamente, hasta el fondo. Al poco tiempo su rabo ya esta completamente cubierto por mi saliva, bien reluciente. Mientras tanto Rafa no paraba de gemir y suplicándome que no parase de chupársela Me iba guiando con sus manos sobre mi cabeza e indicándome si quería mas rápido, más suave. Yo iba haciendo caso a todas sus indicaciones, dispuesto a hacerle la mejor mamada de su vida. Y por su expresión de ojos en blanco que estaba poniendo creo que lo estaba logrando.
Cuando ya empezaba a dolerme un poco la mandíbula por tanto esfuerzo fui yo quien se tumbo en la cama, con mi rabo bien duro y deseando volver a sentir los labios de Rafa sobre mi babeante capullo.
Como en su piso, Rafa fue directamente a tragarse todo mi rabo. Joder con “El Niño”, iba a conseguir que me corriese en cualquier momento del placer que me estaba dando. Mientras me la comía iba jugando a retorcer mis pezones, cosa que me excitaba mucho. Al ver esto Rafa paro la mamada y se dirigió a mis pectorales y empezó a lamer y mordisquear mis pezones. Unido a que no paraba de pajearme con una mano hizo que no pudiera aguantar mucho más y me corriera abundantemente.
Rafa se puso a mi lado, y mientras nos comíamos la boca, el fue pajeándose hasta que también soltó grandes chorros de lefa sobre su musculado cuerpo adolescente.
Allí estábamos, con nuestros cuerpos sudorosos, cubiertos de semen y experimentando por primera vez el placentero sexo entre hombres.
Se notaba que los dos teníamos el mismo pensamiento en mente, peo que no nos atrevíamos a formularlo en voz alta; si pasar a un siguiente nivel y follar. Tras un breve momento en silencio en los que nos mirábamos fijamente los 2 rompimos a reirnos al mismo tiempo y descargamos la tensión que se había creado.
Fui yo el primero en hablar y le dije que ya que habíamos llegado hasta ese punto que me apetecía probar más cosas, incluido el follar.
Que si el precio por follarme el pequeño pero duro y redondo culo de Rafa era poner mi culo a disposición de su tremendo pollón estaba dispuesto a hacerlo.
Rafa tímidamente me contesto que también pensaba lo mismo, que le asustaba el hecho de que un tío le metiera la polla por el culo, pero que le encantaría follarme.
Quedado aclarado ese punto se presentaba otro problema, en casa en esos momentos solo tenía un condón.
Quedamos que yo me acercaría a un sex-shop que había muy cerca de mi casa y compraría condones y lubricante para facilitar nuestra “primera vez”. Mientras tanto Rafa se ofreció a ir a comprar algo de comida para la cena.
Nos dimos una ducha rápida y por separado, no fuese cosa que nos volviéramos a enganchar otra vez.
Rafa se fue a comprar la cena y yo al sex-shop (continuará)
Fotografias del artículo "nuestros 20 últimos hombres".
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