China. Es hora de que las lesbianas hablen por ellas mismas.
Entre 2012 y 2013, la ONG de lesbianas NVAI de Shanghai publicó el “Mapa de activismo de ‘Lesbianas de China’”. En el curso de un año se había duplicado el número de organizaciones lesbianas en la China continental, de 20 a 40, en su mayoría ONG independientes. De presupuesto escaso, no recibían ayudas del Estado y funcionaban exclusivamente a base de voluntarias, pero esas dificultades no frenaron el desarrollo radical de las asociaciones lesbianas chinas. La comunidad LGBT china nunca podía haber imaginado semejante crecimiento 20 años antes, especialmente cuando las lesbianas gozaban de una menor visibilidad social que los hombres gais. Hasta la década de 1990, incluso dos décadas después de la Reforma y Apertura al mundo exterior, la homosexualidad todavía era tabú y poca gente había oído hablar del movimiento por los derechos de los gays, que se centraba en la resistencia y el cambio en el terreno de los derechos humanos y de la cultura.
En 2006 me reuní con Xiaopei He en el Lala’s Salon de Pekín. Todavía recordaba perfectamente una fiesta de cumpleaños memorable: al anochecer de un día de junio de 1996, varios amigos y ella entraron en el bar “Half and Half” en el poblado de Sanlitun para celebrar el “Stonewall”. En aquella época, las actividades de los homosexuales solían verse perturbadas por la intervención de la policía. Aquel día, otros bares les denegaron la admisión cuando decían que era la fiesta de un grupo LGBT. Así, para mayor seguridad decidieron presentarse como una fiesta de cumpleaños. Esa noche acudieron más de 60 personas, incluidos algunos extranjeros y ocho “lalas” (lesbianas en lenguaje popular). He estaba encantada porque nunca había visto a tantas lesbianas juntas en el mismo lugar. Chunsheng Wu, el presentador que ya había sido detenido y encarcelado una vez por organizar una fiesta gay, contó a He que había policías secretos entre la gente y que él no podía arriesgarse, de modo que He le sustituyó en su función. Cantaron canciones de cumpleaños, compartieron el pastel y se susurraron al oído que aquel día era el aniversario del movimiento por los derechos de los gays en EE UU.
Esto me recordó el periodo inicial del movimiento gay, cuando se enfrentaba a riesgos “reales”. Tuvieron que luchar por su libertad con sabiduría y coraje. Pero su deseo de una vida libre era muy fuerte. Susie Jolly, una mujer bisexual procedente del Reino Unido que había participado en el movimiento feminista y por los derechos LGBT en la Unión Europea y había estudiado chino mandarín en Wuhan, también estaba allí. Llegó a Pekín en 1994, el año antes de la celebración de la IV Conferencia Mundial sobre la Mujer, con el propósito de hacer algo importante y especial, pese a que le avisaron de que podía ser peligroso. Organizó una fiesta familiar para gays y lesbianas. En aquella época no había grupos LGBT ni contactos por Internet, de manera que encontrar a un hombre o una mujer homosexuales era muy difícil. Con el tiempo, las fiestas familiares homosexuales de Susie se convirtieron en uno de los lugares fundacionales del movimiento por los derechos de los gays en China.
Este fue el punto de partida de Xiaopei He y de la artista lesbiana Shitou, dos conocidas activistas lesbianas chinas de aquellos días tempranos. En 1995, Susie y otras militantes comenzaron a trasladar las actividades de sus casas particulares al espacio público, como bares y parques. Susie tuvo que replantearse las ideas en que se basaba la relación entre el movimiento por los derechos de los gays en China y ella misma; había que reunir a más voluntarios y activistas LGBT, y el liderazgo del movimiento debía recaer en personas chinas. No era fácil encontrar a nuevos dirigentes, porque la tradición y la cultura social habían enseñado a los chinos que era más fácil ser un seguidor que un líder, especialmente cuando la homosexualidad y la comunidad LGBT estaban prohibidas en China. Sin embargo, la chispa había prendido y la llama fue creciendo con cada vez más fiestas y salones.
Para leer el artículo completo firmado por Yujie Guo en la página web vientosur.info, pinchad aquí.
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