El primer ministro de Malasia, ha dicho que su gobierno no va a proteger los derechos LGBTI porque están en desacuerdo con el Islam.
El sexo gay es ilegal en el país de mayoría musulmana y castiga con multas, latigazos o hasta veinte años de prisión.
Razak llegó a decir que extremistas y grupos liberales trataban de imponer sus puntos de vista sobre la mayoría.
"Estos grupos, se esconden detrás de la fachada de los derechos humanos para aprobar sus actos que se desvían de las enseñanzas islámicas", dijo.
'Estos grupos incluyen el Estado Islámico (IS) y los colectivos LGTBI que se dirigen a la generación más joven para difundir sus ideologías - y parece que han logrado influir sobre ellos.'
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