Los tres protagonistas de este reportaje llevan ya 40 minutos en torno a la mesa del salón, tuteándose y charlando tan animadamente que a Carlos Baturin y a Emilio Menéndez se les olvida que tienen delante al ex presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, sentado en su casa, ahí a su lado, en el sillón de madera retro tapizado en seda roja bordada.
- Es increíble que estemos aquí hablando contigo... No sé, nunca hubiera podido imaginarlo, -interrumpe el hilo de la conversación Carlos, fascinado por la visita.
- La vida es más real de lo que parece a veces, incluso la política es más real y más natural de lo que parece -le responde Zapatero.
El encuentro ha comenzado a las 18.00 horas del lunes 15 de junio, cuando Rodríguez Zapatero toca el telefonillo del ático de la calle Fuencarral donde viven Carlos y Emilio, en pleno centro de Madrid. El ex presidente socialista prescinde del ascensor y sube los seis pisos a pie, con agilidad y sin perder el resuello. Hechas las presentaciones, ya en la terraza de la vivienda -presidida por una bandera arcoiris con crespón negro en señal de duelo por la reciente muerte de Pedro Zerolo-, y mientras el fotógrafo Carlos García Pozo inmortaliza el encuentro, ellos comentan la gesta de la que son coprotagonistas.
- Zapatero: Tenéis un título muy importante en la historia de este país.
- Carlos y Emilio: Gracias a ti, -responden casi al unísono.
- Z: Tengo que decir que la idea de este encuentro me gustó mucho, en cuanto vi la propuesta acepté porque me parecía que nos lo debíamos.
Se refiere Zapatero al propósito de Crónica de conmemorar el décimo aniversario de la ley de matrimonio homosexual reuniéndolo a él, como padre y artífice de la revolucionaria norma, con la primera pareja que se casó. El ex presidente accede a visitar a Carlos y a Emilio en su propia casa, en un encuentro sin guión. No se habían visto antes.
Durante la charla Zapatero les contará lo emocionante que fue aquel 30 de junio de 2005 en que el Congreso de los Diputados aprobó definitivamente la Ley 13/2005 que modificaba el Código Civil para permitir el matrimonio y la adopción por parte de cónyuges del mismo sexo. A favor del texto, que había sido vetado en el Senado, votaron 187 diputados por 147 en contra y cuatro abstenciones: "Si entráis en YouTube y buscáis el día que hago la intervención en el Parlamento, el día que se aprueba la ley, se me nota que estoy a punto de soltar las lágrimas", les dice.
Tres días después, el 3 de julio, tras ser publicada en el BOE, la ley entraba en vigor despertando una expectación sin precedentes: ¿Y quiénes serán los primeros en cruzar este umbral de la historia? Y ahí estaban listos Carlos Baturin -psiquiatra de profesión, nacido en Nueva York en 1946- y Emilio Menéndez -de Pola de Allande (Asturias), escaparatista, de la añada del 54-, pareja desde que, en febrero de 1975, aún con Franco, coincidieron en un bar de la madrileña calle de Barceló. Tuvieron que esperar 30 años para poder casarse. Y si se dieron el "sí quiero" como marido y marido los primeros fue gracias al carácter previsor de Carlos, quien tenía preparada la documentación necesaria antes incluso de que Zapatero contuviera las lágrimas al ver materializarse su gran obra. La boda se ofició el 11 de julio en el Ayuntamiento de Tres Cantos (Madrid), con alcaldesa del PP y donde la hermana de Emilio era concejala de IU. Los casó José Luis Martínez Cestau, también de IU.
- E: No supimos que seríamos los primeros hasta aquella misma mañana y nos asustamos mucho...
- Z: Por la presión mediática...
- C. No sólo por eso. No sabíamos cómo iba a responder la gente. Date cuenta que somos una generación que nos han dado de palos por ser lo que somos, así que cuando nos dijeron que había como 100 periodistas... Emilio y yo lo hablamos cinco minutos: "Si nos hacemos tan visibles igual el día de mañana nos dan palos por la calle".
- E. Cuando salimos del Ayuntamiento de casarnos había mucha gente y resulta que eran de la asociación de vecinos que se habían reunido para protegernos, porque no sabían qué iba a pasar.
- Z: ¡Qué bien! Yo seguí la boda por los medios. Las primeras semanas me pasaban la información de todas las bodas. Tuve momentos muy emotivos. Recuerdo siempre, creo que fue el mismo día o al día siguiente de la aprobación de la ley, a una pareja gaditana que salió en Telecinco, que era fantástica. Uno regentaba el bar y el otro era el camarero y eran pareja desde hacía 20 años. Ya tenían su edad, igual 60 años hace una década, y era fantástico ver su naturalidad y cómo la gente aplaudía. Me di cuenta de que aquello iba a tener el respaldo social porque la gente en cuanto veía una historia real de amor, aplaudía, de amor además libre.
- C: Como nosotros... [risas]. ¿Sabes?, cuando presentó el PP el recurso de inconstitucionalidad francamente yo lo pasé mal...
[El Constitucional falló en noviembre de 2012 a favor de la ley por 8 votos contra 3]
- Z: Debisteis de pensar: ¿y ahora qué va a ser de nosotros?
- C: ¿Sabes que me tranquilizó? En el gimnasio hice mucha amistad con Javier Bermúdez...
- Z: Javier Bermúdez, el juez.
- C: Sí, y todos los días le preguntaba: "Javier, qué va a pasar?" Y él decía: "Tú, tranquilo, no va a pasar nada". "¿Seguro?". Y al día siguiente: "Javier, ¿qué va a pasar?". "Tú tranquilo...".
- Z: Yo también tenía confianza en que el Tribunal Constitucional no iba a echarla para atrás y en que el PP no intentaría cambiarla porque creo que sabía que gozaba de una gran aceptación y apoyo.
- C: Tú podías pensar eso por tus conocimientos del asunto, pero yo sólo tenía contacto con Javier, él me tranquilizó mucho.
- Z: Bueno, ya sabes que yo soy siempre optimista... [risas colectivas] Los derechos cuando se conquistan es muy difícil que se vuelvan a perder. Una de las cosas que más satisfacción me ha producido es que ha habido varias parejas que me han dicho: "En nuestra boda leímos tu discurso del día de la aprobación de la ley". Siempre he dicho que ha sido uno de mis discursos más importantes, quizás el mejor que hice, cuando dije que España iba a ser un país más decente... Busqué mucho la palabra, la pensé mucho, el país más decente.
Zapatero pronuncia con mucha ceremonia la palabra "decente" y el momento coincide con el campaneo del reloj de pared, que marca las 18.30 horas, lo que le da aún más solemnidad a su sentencia.
- ¿Es esta ley su mayor obra como presidente del Gobierno? - le pregunta Crónica.
Para leer el reportaje completo publicado en la página web msn.com, pinchad aquí.
© 2014 - 2024 Development by Clara Díaz Fonticoba. All Rights Reserved.